ISASAWEIS. ESCRITORA Y VIDEOBLOGGER
OPINIÓN

Del hombre 'cagao' nunca se supo

Isasaweis, escritora.
Isasaweis, escritora.
ISASAWEIS
Isasaweis, escritora.

Buscaba inspiración para escribir. Venía de una comida donde salió en la conversación la canción de Marwan, Un día de estos, y al llegar a casa la puse.

Mientras la escuchaba, pasaba el rato en Twitter dejando la mente ir, y leí la noticia del fallecimiento de un piloto de 24 años. Un crío...

"Un día de estos...", pensé. Seguramente se fue con varios pendientes. Y eso que, siendo tan joven, la vida no le habría dejado acumular demasiados.

Pero, ¿y vosotros? ¿Cuántos "un día de estos" lleváis almacenados ya? Cuántos un día de estos haré ese viaje, un día de estos me acercaré a esa persona y le diré lo que siento, un día de estos dejaré eso que no me hace feliz, un día de estos perseguiré mi sueño... Podría poner infinitos "un día de estos" y probablemente os identificaríais con muchos.

La vida me dio un duro golpe hace 8 años. Me arrancó de cuajo a una de las personas que más quería.

Él me enseñó muchas cosas mientras vivió. Me dedicó su tiempo cuando venía a vernos. Me hacía reír a carcajadas cuando le oía mientras se afeitaba, cantar su "güis güisyu a meri crismas", fuera Navidad o no. Me brindó muchas conversaciones, que se fueron enriqueciendo a medida que el tiempo me regalaba sensatez y a él canas en las sienes. Me ofreció muchos consejos. Me enseñó a relativizar. Sí, definitivamente eso lo aprendí de él. Recuerdo cuándo fue. Yo lloraba y él me dijo aquello de "¿Tiene solución? Entonces por qué te preocupas. ¿No tiene solución? Entonces para qué te preocupas". Me lo repito desde entonces, como un mantra.

Su primera lección me la dio en vida. Era generoso con todos. Repartía de lo que tenía y de lo que no. Le sobraba todo, hasta el cariño. Y le queríamos tanto... Le queríamos todo.

Pero además de su simpatía, su generosidad y su amor, tenía algo que le hacía especial. Vivía. Vivía cada día. Vivía la vida sin pensar en mañana. Vivía para ser feliz. Para serlo él y para que lo fueran los demás. «Un poco cabeza loca», seguro que lo escuchó alguna vez... "Hay que pensar en el mañana", lo escucharía muchas veces...

Pues resulta que no hubo mañana para él. Él no tenía "un día de estos" guardados. Se los fundió todos. Vivía así, cumpliendo deseos. Esa fue su segunda lección. La que me dio al irse.

No te digas nunca más "un día de estos"... No guardes deseos para mañana. Ve a los lugares que tus ojos quieran ver. Di las palabras que necesitas decir. Acércate a quien quieras a tu lado y huye de quien no. Pelea por aquello en lo que crees. Ama. Ama siempre. No te pierdas el amor por cobardía. No te pierdas nada por cobardía. Atrévete. Si mi persona favorita nos viera desde el cielo, nos diría: "Del hombre cagao, nunca se supo". Sí, esa frase también me la dejó él.

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