Sònia Guerra Diputada, portavoz de Derechos Sociales del Grupo Parlamentario Socialista y Secretaria de Políticas Feministas del PSC
OPINIÓN

Democracia o fascismo

Ayuso se anticipa a una moción: "Madrid necesita un gobierno estable. En estas circunstancias no se puede asegurar"
La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso
Oscar J. Barroso
Ayuso se anticipa a una moción: "Madrid necesita un gobierno estable. En estas circunstancias no se puede asegurar"

“Cuando te llaman fascista es que estás en el lado bueno de la Historia”. Duele escuchar esta frase de una política española, independientemente del partido al que represente. Duele por la Historia reciente de nuestra querida España. Duele por el sangriento golpe de Estado del dictador Francisco Franco. Duele por una Guerra Civil injusta que se llevó a tantos, a tantas, a demasiados, siempre. Duele por los y las que todavía no han podido enterrar a sus muertos. Duele por nuestra joven democracia. Duele, siempre duele, el enaltecimiento del fascismo.

La deslealtad de la derecha española con la democracia y la Constitución vienen de antiguo. No debemos olvidar que la mayoría de opositores al texto constitucional se encontraban en las filas de Alianza Popular, el partido originario del actual Partido Popular, y que muchos de ellos eran (son, la mayoría en la intimidad) defensores de aquella frase proverbial “cualquier tiempo pasado fue mejor”.

"La única disyuntiva a la que se enfrentan los madrileños en las elecciones de la Comunidad es: democracia o fascismo"

Tras el sorpasso de Vox en Catalunya, los y las populares han abandonado definitivamente un centro político que, para no faltar a la verdad, solo defendían en campaña electoral. En un triple salto mortal sin precedentes y sin complejos, los conservadores han decidido virar hacia esa ultraderecha presente en las raíces de su fundación y de su historia. La defensa del pin parental, la negación de la violencia machista, el intento de destrucción de nuestra memoria histórica o la criminalización de la inmigración son solo algunos ejemplos, que no hacen sino confirmar la rotundidad ideológica con la que la presidenta de la Comunidad de Madrid se ha posicionado en el tablero político madrileño de cara a la cita electoral del próximo mayo.

Hace unos días, parafraseando a Trump, la líder conservadora nos regaló otra de sus consignas: “Socialismo o libertad”. Una disyuntiva falaz que sus secuaces, Pablo Casado incluido, han decidido repetir sin cesar durante la que se prevé será una larga campaña electoral. Todos y todas somos conscientes de que el nexo de unión entre los dos términos siempre ha sido, es y será la conjunción copulativa “y”: “Socialismo y libertad”. La única disyuntiva, sin ninguna duda, a la que se enfrentan los madrileños y madrileñas en las próximas elecciones de la Comunidad es: democracia o fascismo.

Hombres y mujeres de bien, defendamos hoy más que nunca la democracia, demostrémosles con nuestro voto que tenemos memoria: ¡no pasarán!

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