Una muy mala noticia para el Real Madrid, y veremos si para el fútbol español. Se marcha Sergio Ramos. El referente del vestuario y el jugador que mejor encarna los valores del club madridista toma las de Villadiego porque no ha podido llegar a un acuerdo con el club de su vida al no querer rebajarse un 10% de su salario. Es una cosa inconcebible.

Sergio Ramos, la garra del Real Madrid que acabó rompiendo los platos con Florentino Pérez

Yo creo que esta vez puede ser que lo arreglen en la forma. Parece que por fin uno de los iconos del Madrid se va a marchar bien y no por la puerta de atrás como tantos otros: Del Bosque, Hierro, Raúl, Casillas... Y sin embargo, aunque las formas se van a cuidar pero el fondo es imposible de entender. Lo que no se hurta a Bale o Hazard, jugadores que han dado mucho menos al club que Sergio Ramos, ha sido una frontera infranqueable para llegar a un acuerdo con su capitán. Han llevado las negociaciones al extremo y se ha encontrado la peor solución posible.

El fútbol es un bucle. Ha vuelto Carlo Ancelotti, que ganó la Décima gracias al gol más significativo de Sergio Ramos: el de la prórroga de Lisboa frente al Atlético de Madrid. Regresa Ancelotti al vestuario blanco con el recuerdo de ese gol, y el que lo marcó no tiene ni el reconocimiento ni el agradecimiento de su club para pagarle lo que, sobradamente, se ha ganado en el campo.

Sergio Ramos sigue siendo un jugador vigente. El que lo fiche habrá fichado a un capitán del Real Madrid y un activo importantísimo, pero sobre todo uno de los cinco mejores centrales del mercado.