Laura Hurtado Directora de Comunicación de Oxfam Intermón
OPINIÓN

Ucrania, un reflejo de la desigualdad

Ciudadanos procedentes de Ucrania a su llegada hoy sábado a la estación de tren de Przemysl, en Polonia.
Ciudadanos procedentes de Ucrania a su llegada a la estación de tren de Przemysl, en Polonia.
EFE
Ciudadanos procedentes de Ucrania a su llegada hoy sábado a la estación de tren de Przemysl, en Polonia.

"Cuando los ricos hacen la guerra, los pobres son los que mueren". El escritor Jean Paul Sartre ya ponía sobre la mesa a mediados del siglo pasado que los conflictos son un reflejo de las desigualdades que atraviesan nuestras sociedades. Y es que las guerras, como las crisis (económicas, climáticas o sanitarias), impactan especialmente en las personas más vulnerables. Mientras una minoría privilegiada apenas lo nota, o incluso saca beneficios.

Lo hemos visto con la pandemia. Ha provocado cuatro veces más muertes en los países pobres que en los ricos. El virus de la desigualdad hace que las farmacéuticas acumulen dividendos, pero no seamos capaces de vacunar a millones de personas que lo necesitan.

Ucrania también es un reflejo de las desigualdades. Las primeras salidas del país se hicieron en avión o en coche. Ahora vemos cómo la gente sale caminando y con menos recursos. Al final de la cadena, están quiénes no pueden ni plantearse huir. No les queda otra alternativa que quedarse en sus casas bajo la amenaza de las bombas. En paralelo, aumenta rápidamente el precio de los alimentos, los productos básicos y la energía y es fácil intuir quién está sacando tajada de esta situación.

Pero si levantamos la cabeza y miramos fuera de Europa nos daremos cuenta que hay otras muchas crisis y víctimas. Las guerras que no terminan en Siria o Yemen. La sequía y el hambre en el Cuerno de África. Millones de personas olvidadas que hoy podrían ver amenazada la ayuda que reciben. Los países ricos prometen generosas donaciones para responder a la crisis de Ucrania, y está muy bien, pero algunos ya alertan que eso puede impactar en los fondos que destinan a otras. No deberíamos tener que elegir entre ayudar a una persona refugiada de Ucrania o a una agricultora somalí hambrienta. Al final todas son personas.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento