Mercè Perea Diputada del PSC en el Congreso y portavoz de la Comisión del Pacto de Toledo del GPS
OPINIÓN

Una imparable agenda feminista

  • "No atacar la desigualdad es lastrar a nuestra sociedad a la pobreza y la inestabilidad de muchas mujeres",
Mujeres y hombres han marchado a favor de la Igualdad y del fin de la guerra.
Mujeres y hombres han marchado a favor de la Igualdad y del fin de la guerra.
Jorge París
Mujeres y hombres han marchado a favor de la Igualdad y del fin de la guerra.

Cada semana el Congreso y el Senado dan pasos firmes hacia la igualdad entre hombres y mujeres, un objetivo muy anhelado por la inmensa mayoría de la sociedad. Con esto, nos referimos a que las mujeres, la mitad de la población, sean y existan en igualdad de derechos. Nos referimos a una igualdad real y efectiva.

Exigir la igualdad real y efectiva no es solo una cuestión de justicia social, sino también una cuestión necesaria e imprescindible en cualquier sociedad democrática plena. Una sociedad estructurada sobre un modelo económico productivo e inclusivo.

Es un dato incontestable que la plena incorporación de la mujer en el mercado laboral revertirá positivamente en términos económicos. Que las mujeres tengan un trabajo estable, salarios dignos o que se visibilice su talento, son cuestiones que no solo mejoran la calidad de nuestra democracia, sino que son cuestiones imprescindibles para una mejora económica.

Lo vemos, por ejemplo, en el ámbito de las carreras STEM (carreras relacionadas con la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas), carreras en las que a día de hoy sigue existiendo una brecha de género que hay que revertir, porque si no somos capaces de visibilizar y abordar esta situación, seguiremos perdiendo el talento de muchas mujeres.

La plena incorporación de la mujer en el ámbito tecnológico supondría para la economía productiva un incremento de 15 puntos del PIB. Por tanto, el objetivo no puede ser otro que reducir las barreras estructurales que impiden el acceso de las mujeres al mercado laboral en igualdad de derechos y condiciones. Es prioritario elevar la tasa de empleo femenina, así como mejorar, fortalecer y reorganizar el sistema de cuidados de larga duración. Elevar el potencial educativo es incrementar la igualdad de oportunidades y, con ello estamos incrementando la capacidad de crecimiento de nuestra economía a medio y a largo plazo.

"El camino se inició en esta legislatura y ahora con la reforma laboral se ha dado un paso de gigante"

El camino se inició en esta legislatura y ahora con la reforma laboral se ha dado un paso de gigante. Pero el camino es imparable. El reciente III Plan Estratégico para la igualdad 2022-2025 es otro paso más y hace una apuesta decidida para acabar con la brecha de género. Un 91% de los 20.318 millones de este plan está destinado a cumplir los objetivos mencionados anteriormente. Los programas definidos y concretados a lo largo de este plan diseñan medidas concretas para acabar de forma definitiva con todo aquello que nos hace una sociedad incompleta e injusta.

Porque no atacar la desigualdad entre hombres y mujeres es lastrar a nuestra sociedad a la pobreza y la inestabilidad de muchas mujeres, y también de muchos y muchas jóvenes. Y ante ello, los y las socialistas nos rebelamos e iniciamos un cambio estructural económico, social, institucional y político para una sociedad igualitaria y justa.

Ayer, sin ir más lejos se rompió una barrera más. A partir de ahora las mujeres podrán computar, a efectos de jubilación parcial, el tiempo que destinaron a prestar el servicio social femenino durante el franquismo.

Muchos y muchas se preguntarán, ¿qué es eso del servicio social femenino? Dos pinceladas. A partir de 1934, Franco impuso a las mujeres solteras a pasar por el servicio social femenino para “formarse” como “buenas madres” y “futuras esposas”.

Les explicaré la historia de Adela Carrió. Adela tenía 18 años cuando fue llamada a cumplir su "deber nacional". Estaba en el primer año de la Universidad, estudiando Ingeniería de Telecomunicaciones, y quiso sacarse el carné de conducir. Al empezar los trámites le dijeron que no podría hacerlo sin cumplir con el "deber nacional" que Franco impuso a las mujeres solteras y que equivalía al Servicio Militar de los hombres.

Las mujeres, hasta 1978, tuvieron el yugo franquista que las sometía y condicionaba en su día a día. Mujeres que por su condición de ser mujeres solteras y no de clase alta, tuvieron que ser tuteladas, viendo así condicionado su proyecto vital. Y lo sufrieron por ese “deber nacional”, en el que el régimen imponía su control sobre las mujeres. Esto es, el patriarcado en estado genuino.

"Nos falta mucho camino, pero ya no nos vamos a detener. Las mujeres no vamos a esperar más"

Era hora de acabar con esta situación que se dio en nuestro país durante cuarenta años. Computar el periodo de tiempo que las mujeres prestaron a ese servicio en el acceso a la pensión de jubilación parcial es equipararse con los hombres, a quienes ya se les computaba el tiempo que prestaron al Servicio Militar en el acceso a esa pensión. De ahí que los socialistas acabemos con esa injusticia y exigiéramos una equiparación que ya estaba tardando.

Esta Proposición de Ley, que ayer fue tomada en consideración en el Congreso de los Diputados, forma parte del reto feminista, democrático y de reparación que se ha marcado el Partido Socialista como camino, como meta y como horizonte. Porque en eso está el Grupo Socialista. En erradicar la desigualdad y en derrumbar las barreras que impiden a las mujeres desarrollar su proyecto de vida

La agenda feminista se está implementando en todo el territorio de nuestro país de forma imparable, y va calando en la vida de muchas personas, especialmente de mujeres y jóvenes. Nos falta mucho camino, pero ya no nos vamos a detener. Las mujeres no vamos a esperar más. La agenda feminista es imparable.

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