El trabajo del futuro se desconoce por completo. No se han inventado aun el 85% de las profesiones que se desempeñaran dentro de diez años, tal como ha constado Dell.

Sin embargo, se sabe que las competencias y habilidades adquiridas, por la formación y la práctica profesional, se ajustan poco al futuro laboral, aunque nadie sabe muy bien por qué.

Pensamiento crítico

El pensamiento crítico, la adaptabilidad o la creatividad son cada vez más buscados, aunque en la realidad empresarial la presión de los resultados trimestrales, los mercados o la intervención incesante de los reguladores, no dejan demasiado espacio al pensamiento crítico. El relato voluntarista es insuficiente para resolver la paradoja de que hay que prepararse, aunque no se sabe muy bien para qué.

Los gobiernos y las empresas tienen una responsabilidad compartida. Los primeros, porque la tradicional diferencia ente ciencias y letras es obsoleta, la diferenciación por carreras es artificial en la medida en que en la vida real cuanto mayor sea la capacidad para poner números a los conceptos y entender los conceptos que implican los números, más se avanza en la resolución de problemas.

El maestro ya no es el guardián del conocimiento

Álvaro Ballesteros

La información es accesible e instantánea, por lo que el maestro ya no es el guardián del conocimiento, sino quien enseña a discriminar la información, así como a establecer asociaciones y a encontrar las causas y las consecuencias de los hechos.

En el caso de las empresas, están obligadas a formar en determinadas habilidades y conocimientos porque la velocidad de cambio es muy rápida, y la capacidad para competir se va a aprender en acción.

Sin duda, la ley de Revans tiene máxima vigencia: "para sobrevivir, una organización tiene que aprender al menos con la misma rapidez con que cambia el entorno”. El profesor británico fue el creador del Aprendizaje en la Acción. Como físico en la Universidad de Cambridge observó que, en el grupo de trabajo con otros científicos, cada uno de ellos ponía de manifiesto su propia ignorancia, compartían sus experiencias y reflexionaban colectivamente para aprender.

Para sobrevivir, una organización tiene que aprender al menos con la misma rapidez con que cambia el entorno

Integrar la estadística, cálculo, humanidades, interesarse por la ciencia, dominar la oratoria, la escritura y, por encima de todo saber relacionarse, de forma personal y también virtual, conociendo los lenguajes de ambos mundos, es básico en este contexto. La actitud de apertura mental es esencial para una época en la que las cosas se pueden comprobar, verificar, contrastar y, por tanto, cuestionar, con suma facilidad.