Joaquim Coll Historiador y articulista
OPINIÓN

Adiós a Donald Trump

Trump y Biden, en el debate.
Trump y Biden, en el debate.
EFE
Trump y Biden, en el debate.

No hay nada que genere más escalofríos entre el votante demócrata que un montón de encuestas dando por segura la victoria de Joe Biden. El recuerdo de hace cuatro años le provoca pesadillas porque casi nadie creía posible que un personaje desequilibrado como Donald Trump lograra la presidencia

La media de los sondeos daba a Hillary Clinton una holgada ventaja de tres puntos y una victoria indiscutible en votos populares. Y así fue. Obtuvo tres millones de papeletas más, pero perdió la elección porque el magnate populista se alzó con la victoria en algunos Estados decisivos, a veces por muy pocos votos como en Michigan, Pensilvania o Wisconsin.

Esta vez la ventaja de su contrincante demócrata en las encuestas es de ocho y hasta de diez puntos. La movilización electoral está siendo espectacular y han votado anticipadamente más de 92 millones, es decir, ya lo han hecho alrededor del 65% del total de electores que hubo en 2016. Un récord que elevará la participación como nunca antes en un siglo.

Es casi seguro que el resultado final tardará días o semanas en saberse

Sin duda el miedo a las largas colas en el día de hoy en medio de la pandemia explica buena parte de ese voto adelantado, pero también las ganas que tienen la mayoría de los norteamericanos de echar a Trump. Aunque su reelección no se pueda descartar del todo, es más probable que la victoria de Biden sea finalmente rotunda

Es casi seguro que el resultado final tardará días o semanas en saberse porque en algunos estados los votos por correo empiezan a contarse más tarde, lo que hará que los datos provisionales sean los de las papeletas emitidas este martes. Y aquí Trump podría tener alguna ventaja inicial porque sus partidarios votarán más de forma presencial, ya que él no ha hecho otra cosa que denunciar un fraude masivo en el voto por correo sin ninguna prueba.

Si Trump es reelegido, EE UU podría deslizarse hacia una vía autoritaria

Es de esperar que las instituciones democráticas norteamericanas sean fuertes y que Trump, si es derrotado, se vaya sin armarla, aunque algunos de sus seguidores intenten recurrir a la violencia. Pero si los resultados en algunos estados acabaran en el Tribunal Supremo –donde Trump acaba de consolidar una mayoría muy conservadora tras la muerte de la jueza Ruth B. Ginsburg–, y finalmente obtuviera la reelección, EE UU podría deslizarse hacia una vía iliberal, autoritaria, al estilo de Hungría o Polonia.

Por eso estas elecciones son las más importantes desde los años treinta del siglo xx cuando el humanismo y la democracia en el mundo peligraban frente al nazismo. Paradójicamente, sin el negacionismo que ha hecho Trump de la pandemia y sus grotescas declaraciones, muchos norteamericanos no habrían tomado conciencia de lo peligroso de darle otro mandato y hoy no estaríamos tan seguros (crucemos los dedos) de decirle adiós.

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