Isasaweis Escritora y bloguera
OPINIÓN

Que se llama soledad

Ayer por la noche lloré mucho en la cama. Tuve un día de correr de aquí para allá, de problemas gordos encima, de mucho estrés y, a fin de terminar el día con al menos un ratito agradable, quedé con una amiga para tomar un café. Es un propósito que me he hecho desde hace un tiempo para acá, el reservar pequeños huecos para compartir con la gente a la que quiero, porque me di cuenta que, por comernos a todos nuestro día a día, estaba viendo a algunos amigos una vez al año, con suerte.

Así que quedé con mi amiga a última hora del día. Allí estuvimos charlando, contándonos nuestras cosas, problemas en parte, pero a gusto por compartirlos con alguien. De pronto me dice: "¿Sabes lo de...?". Al parecer, hacía unos días, un amigo común de nuestra adolescencia se había suicidado. Se me saltaron las lágrimas, qué tristeza más grande sentí. 

La muerte de un ser querido, de algún conocido, de alguien de tu edad..., siempre es muy triste y nos impacta, pero el hecho de que hubiera decidido quitarse la vida me produjo una desolación terrible. No podía dejar de pensar que algo tuvo que poder hacerse, que algo debió haberse hecho... Que no hay derecho a que alguien se haya sentido tan solo, tan perdido, tan triste, al punto de no encontrar más camino que quitarse la vida.

Este sí es un problema importante en nuestra sociedad: la falta de empatía, 
la falta de contacto

No solo fue mi amigo. Cada dos horas y media se suicida una persona en nuestro país. Cada dos horas y media, todos los días, todos los años, alguien se quita la vida... Pero, una vez más, este es un tema del que no se habla, tabú en este mundo en el que vivimos y en el que nos han enseñado que estas cosas se tapan: los suicidios, los abortos, algunas enfermedades que producen vergüenza... Dejemos de ocultar cosas comunes a muchas personas que, si se compartieran y se hablara de ellas, se evitaría, al menos, que tanta gente se sintiera profundamente sola e incomprendida.

Este sí es un problema importante en nuestra sociedad: la falta de empatía, la falta de contacto y lo solos que, en última instancia, todos nos sentimos. Anoche recibí una noticia muy triste y lloré mucho. Me sentí muy sola y me faltó un abrazo. Y pensé en nuestro amigo de la adolescencia y me imaginé lo inmensamente solo que debió sentirse...

Y pensé, una vez más, en el Camino de Santiago del que se dice que puedes hacerlo solo porque "en el Camino nunca vas solo". Y cada peregrino habla del Camino como una de las mejores experiencias de su vida, y yo pienso si será por eso, por la maravillosa sensación que allí se tiene al compartir todo con todos y al no sentirse solo nunca...

Luego, volvemos a nuestra vida y continuamos por el otro camino, el equivocado... Un camino de gente sintiéndose sola, rodeados de gente que se siente sola. Qué absurdo todo.

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