Encaramos un momento crítico. No sólo por el cariz de los acontecimientos, sino por las dudas que nos acechan sobre nuestro futuro. ¿Cómo cambiaremos nuestro perfil de gasto y ocio?, ¿viajaremos menos?, ¿saldremos menos a los bares y restaurantes?, ¿seremos más ahorradores?, ¿dejaremos de pagar en efectivo?.

Antes de que Ipsos decidiese lanzar un estudio sindicado bajo suscripción, a nivel nacional, para entender como la sociedad española vivía el presente, tuvimos en cuenta multitud de variables y datos, generamos múltiples hipótesis, etc. Pero olvidamos dos detalles relevantes, mal común en nuestro tiempo; habíamos parcelado en demasía nuestras reflexiones, perdiendo una visión más global, más aglutinadora, y necesitábamos escuchar más a los actores principales de este drama, al ciudadano.

Por ello realizamos en tres días un importante ejercicio sociológico en 2000 hogares cuya misión era obtener dicha visión global y anteponer el ciudadano a las cifras. Su percepción a nuestra visión y su proyección a nuestras hipótesis.

Gracias a este ejercicio de escucha, hemos aprendido que los españoles valoramos mucho el esfuerzo de nuestras Fuerzas Armadas de las que se ha hablado poco en los aplausos. Qué estamos poco satisfechos con nuestro Gobierno y sus principales cargos y que, de las medidas tomadas, contar con la UME y construir hospitales de urgencia son las valoradas como más eficaces.

Hemos descubierto que tenemos el mismo número de ciudadanos desempleados, o en situación de ERTE, que teletrabajando. 

Qué somos más digitales gracias a este confinamiento, que hemos utilizado más las nuevas tecnologías, que hemos comprado más por Internet o que manejamos ahora nuestras finanzas a través de nuestro teléfono.

Si nuestra evolución tecnológica “forzada”, y que parece perdurará en el tiempo, ha sido el balance positivo, también hemos profundizado en los miedos que nos estremecen. Miedo a no poder pagar nuestros recibos básicos -que subirán de precio- o el miedo a no poder realizar las compras de alimentación.

Somos una sociedad que, golpeada por un drama sanitario y económico, ha cambiado su forma de vivir y entender la vida y que nunca volverá a ser la misma; Hemos aprendido lo importante que es tener buena información, y para ello IPSOS ha hecho un esfuerzo extraordinario que permite conocer el comportamiento de ciudadanos y consumidores en detalle.

¡La Sociedad ha muerto, larga vida a la nueva Sociedad!