El presidente del Gobierno de Navarra, Miguel Sanz, ha pedido la palabra al inicio del último pleno del Parlamento en esta legislatura para despedirse del resto de compañeros del arco parlamentario, tras 24 años asistiendo a las sesiones de la Cámara foral.

En su despedida, Miguel Sanz ha recabado el aplauso de todos los grupos parlamentarios cuando, al finalizar su breve intervención, ha dicho: "Señora presidenta, señorías, queridos compañeros de UPN, queridos parlamentarios del Partido Socialista, de Nafarroa Bai, de CDN, de Izquierda Unida, gracias a todos, muchísimas gracias". Los parlamentarios de UPN y los miembros del Gobierno le han aplaudido en pie, mientras que los grupos de la oposición lo han hecho desde su asiento, si bien el aplauso no ha sido unánime en todos los parlamentarios.

Al inicio de su intervención, Miguel Sanz, que no repetirá como candidato de UPN a la Presidencia del Gobierno, ha explicado que quería despedirse de sus compañeros en su último pleno con acta de parlamentario, si bien ha recordado que ocupará todavía el asiento como presidente del Gobierno en funciones hasta la composición del nuevo Gobierno foral, tras las elecciones.

Sanz ha dicho que en su adiós "se encierran alegrías y decepciones, compromisos y tristezas, aciertos y errores, fracasos y soluciones, pero sobre todo, en este adiós siempre encontrareis mi agradecimiento, mi comprensión a la labor que realizáis y mi lealtad y compromiso con Navarra y sus ciudadanos".

El jefe del Ejecutivo ha advertido al resto de parlamentarios de que "nos hallamos inmersos en un clima adverso hacia la actividad política" tras "algunos casos de malas prácticas claramente excepcionales que han contribuido a ello", y por ello ha reivindicado "la necesidad y la importancia de la política para dotar a nuestra sociedad de un mejor futuro".

Sanz ha abogado por el "estudio, la reflexión, y la formulación de propuestas de creación de empleo y economía, o el logro de acuerdos y soluciones más que confrontaciones partidarias y descalificaciones personales o colectivas". "Estoy pensando en la importancia que tiene para el parlamentario gestionar convenientemente su ideología, sus sentimientos y sus emociones, su capacidad para el diálogo y la negociación, y la sintonía y coherencia entre lo que se dice y lo que se hace", ha dicho.

Para concluir, Sanz ha dicho que "como la verdad es mejor que cualquier estrategia, mi verdad es deciros lo que siento: gracias por todo lo que me habéis ayudado, unas veces desde la discrepancia y otras desde la coincidencia, y siempre desde la proximidad personal".