La delegada del Gobierno en Castellón, Ana Botella, ha señalado este jueves que está esperando el burofax que Greenpeace ha anunciado que le va a mandar para pedirle que se "retracte públicamente" de las manifestaciones en las que acusa de "violenta" la acción que llevaron a cabo los activistas de esta organización en la central nuclear de Cofrentes el pasado 15 de febrero "para ver qué parte de toda esta historia Greenpeace cree que hay que considerar".

Botella ha hecho estas declaraciones tras asistir a la inauguración de la prolongación del Dique Este del Puerto de Castellón, tras ser preguntada por el anuncio de la organización ecologista.

Según ha dicho, "estamos a la espera del comunicado burofax que han anunciado, pues hemos tenido conocimiento por la prensa, y creo que hoy llegaba a la Delegación del Gobierno, lo leeremos y, conforme sea, responderemos".

La delegada ha recordado que en este caso hubo "un asalto que hicieron determinados activistas de Greenpeace a la central nuclear y que no fue inocuo, ya que se saldó con daños materiales importantes, se saltaron las vallas y medidas de seguridad que están establecidas en una instalación privada y hubo también personas heridas".

"En este contexto es en el que se produjo un plan de emergencia nuclear en el nivel básico porque extraños accedieron a una planta nuclear", ha apuntado Botella, quien ha añadido que "estaremos a la espera para ver qué parte de toda esta historia Greenpeace cree que hay que considerar".

Una veintena de activistas de Greenpeace accedieron a las 7.00 horas del pasado 15 de febrero a la central nuclear de Cofrentes para reclamar al Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) y al Gobierno que no se renueve el permiso de explotación de la central, que vence el próximo 19 de marzo, y se proceda a su cierre definitivo.