El diseñador británico John Galliano, despedido por la casa de moda Christian Dior, pidió este miércoles disculpas por unas supuestas declaraciones antisemitas que le atribuyó el tabloide británico The Sun, en las que proclamaba su amor por Hitler.

En un comunicado emitido este miércoles por sus abogados en Londres, el modisto de origen gibraltareño asegura que "el racismo y la conducta antisemita no tienen cabida en nuestra sociedad" y se disculpa "sin reservas" por su comportamiento "si ha ofendido a alguien".

La prestigiosa firma francesa Christian Dior decidió prescindir de los servicios de Galliano después de que éste, en estado de embriaguez, presuntamente profiriera insultos antisemitas e intentara agredir a una pareja de clientes que se encontraban en un mismo local parisino.

"Desde que sucedieron los hechos el pasado jueves, no he sido capaz de hacer ninguna declaración pública, siguiendo el consejo de mi abogado francés. No obstante, ante la pasividad de la fiscalía francesa, me veo obligado a expresarme", explicó el diseñador en dicho comunicado.

En la nota, publicada por sus representantes legales "Harbottle & Lewis", Galliano, que hasta este miércoles había guardado silencio, "niega completamente" las acusaciones contra él y asegura que está "colaborando con la investigación policial".

El diseñador británico, que pide "disculpas sin reservas", alega también que fue provocado: "Varios testigos independientes han indicado ante la policía que fui sometido a acoso verbal y me provocaron, y que un individuo intentó golpearme con una silla. He presentado denuncia por esa agresión".

No obstante, el ya ex director artístico de la casa Dior reconoce que pese a ello, "acepta que las acusaciones contra él han disgustado y escandalizado a la gente". "Debo asumir responsabilidad por las circunstancias en las que me encontré y por permitir que se me viera comportándome de la peor forma posible", dijo.

Galliano apunta que tan sólo puede culparse a sí mismo por lo ocurrido y que ahora "debe trabajar duro para ganar la comprensión y compasión de la gente" para lo que está "buscando ayuda".

"Durante toda mi vida, he luchado contra el prejuicio, la intolerancia y la discriminación, habiendo sido objeto yo mismo de ello. En todo mi trabajo, mi inspiración ha sido unir a la gente de todas las razas, credo, religión y sexualidad celebrando su diversidad cultural y étnica a través de la moda", afirmó.

Christian Dior anunció el martes que había iniciado los trámites para despedir al modisto, tras la difusión de un vídeo en el que aseguraba que amaba a Hitler, en evidente estado de embriaguez, en un bar parisino.

La empresa, propiedad del grupo LVMH, para la que Galliano trabaja como director artístico desde 1996, tomó esa decisión después de que trascendiera ese vídeo a los medios de comunicación en el que insultaba a los clientes de un bar.

La grabación llegó a la prensa días después de que otros clientes de ese mismo bar hubieran denunciado al modisto por un presunto intento de agresión y por pronunciar supuestos insultos antisemitas.

Ahora, el diseñador ha abandonado Francia para ingresar en una clínica de rehabilitación en Arizona (EE UU), según publica este miércoles The New York Times.

Galliano (Gibraltar, 1960) decidió poner freno a sus problemas con el alcohol siguiendo el consejo de amistades, como las supermodelos Naomi Campbell y Kate Moss, y por ello aceptó ingresar en una clínica para recibir tratamiento, indicaron al rotativo fuentes cercanas al diseñador, que prefirieron guardar el anonimato.

El centro de rehabilitación, The Meadows, está situado en la localidad estadounidense de Wickenberg (Arizona) y allí han sido tratado de sus adicciones personajes tan famosos como el cantante británico Elton John o la diseñadora italiana Donatella Versace.

La Fiscalía de París acusó al modisto por injurias racistas en un proceso en el que podría llegar a ser sancionado con un máximo de 6 meses de cárcel y 22.500 euros (31.200 dólares, al cambio de hoy) de multa.

Galliano, que ha sido acusado en dos denuncias por insultos antisemitas y raciales contra clientes de un bar del parisino barrio del Marais, tendrá que comparecer ante el Tribunal Correccional de París "durante el segundo trimestre de 2011", indicó la Fiscalía en un comunicado.

El diseñador está acusado de "injurias públicas contra particulares por su origen, pertenencia o no pertenencia a una religión, raza o etnia, proferidas contra tres víctimas identificadas".