Las obras del remonte mecánico de la capital regional 'Miradero-Safont', que permitirá acceder al Casco Histórico de Toledo, comenzarán de manera "inminente" y durarán ocho meses y medio, según han precisado fuentes municipales a Europa Press, después de que el presidente de Castilla-La Manca, José María Barreda y el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, hayan puesto este lunes la primera piedra de esta nueva infraestructura.

Las obras de este proyecto, que ha sido redactado por Rafael Monero, han sido adjudicadas por un importe de 5.296.627 euros a la Unión Temporal de Empresas (UTE) formada por Dragados Construcciones y Antolín García Lozoya, y serán gestionadas a través de la Empresa Pública Gestión de Infraestructuras de Castilla-La Mancha (GICAMAN).

El arquitecto encargado de este segundo remonte mecánico con el que contará la ciudad, José Ramón de la Cal, ha explicado que esta es la última gran infraestructura pendiente del Plan Especial del Casco Histórico (PECH), que va a conectar la plaza de la Antequeruela con Zocodover, salvando un desnivel de 60 metros.

Aunque ya hay construidos cuatro tramos de esta escalera, la que ahora se va a edificar será enterrada y unirá la plaza de Antequeruela con la calle Gerardo Lobo —que ya ha sido cerrada al tráfico rodado— salvando un desnivel de 25 metros. Para ello se va a realizar una excavación en roca de cerca de 10.000 metros cúbicos.

Esta actuación, que tiene en cuenta criterios de accesibilidad, según ha señalado el arquitecto encargado, va a adecentar esta entrada al Casco Histórico para conectarla con la estación de autobuses, al tiempo que recuperará también las ruinas del convento de San Pablo, y una zona de 10.000 metros cuadrados que será peatonal.

Puerta del siglo xxi

Por su parte, el alcalde de Toledo, que ha defendido que este proyecto es la "pieza más decisiva que encaja en el puzzle de la ciudad" pues tiene una "importancia estratégica", ha explicado que la actuación que se va a iniciar es la primera fase que tiene permiso de la Dirección General de Patrimonio, mientras que la segunda fase, que permitirá el adecentamiento de la zona, está aún en fase de estudio.

"Ésta es la puerta del siglo XXI para entrar en Toledo, por donde accederán la mayoría de los visitantes y la mayoría de los toledanos de forma moderna y accesible", ha dicho el alcalde, que ha añadido que esta nueva escalera encaja con el acceso mecánico a la Diputación.

Los que se van a realizar en esta zona, ha defendido el alcalde, son los proyectos que más van a modificar la ciudad y la movilidad del Casco Histórico, y están incluidos en la remodelación de la zona Safont, que albergará el gran intercambiador de la ciudad, donde pararán la mayor parte de los autobuses urbanos que vayan al casco, cuyos pasajeros accederán en cinco minutos a Zocodover.

"Nos va a permitir ser una de las pocas ciudades a nivel europeo, que tenga dos accesos a su casco histórico mecanizados y modernizados", ha precisado García-Page, que al tiempo ha destacado que el presupuesto de la obra, que empezó valorada en casi 12 millones de euros, ha terminado reducido a 5,5 millones de euros. TOLEDO,

"ciudad viva"

Por su parte, el presidente regional ha incidido también en la importancia de este proyecto, "una intervención del siglo XXI para una ciudad medieval", que mejorará el acceso al Casco Histórico de Toledo, transformado por las numerosas intervenciones que a lo largo de los siglos han ejecutado las diversas culturas que han pasado por él.

"Queremos que Toledo se una ciudad vida y no muerta", ha manifestado Barreda, que ha puntualizado también que esta remonte mecánico redundará en la comodidad tanto de los visitantes como de los toledanos, y permitirá además el acceso al Palacio de Congresos, a los Museos de Santa Fe, Santa Cruz, del Ejército, y a la Biblioteca Regional, al tiempo que ofrecerá también un cómodo paseo por la ciudad.