El Justicia pide al Ayuntamiento de Teruel que actúe para acabar con los ruidos de un bar que molestan a los vecinos

El Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha sugerido al Ayuntamiento de Teruel que actúe de una vez para acabar con los ruidos que molestan a los vecinos que residen en el entorno del bar Flanagan's, y que han sido motivo de queja. García Vicente, en relación a este asunto, se ha dirigido al consistorio, al que le recuerda el deber legal de cooperar con la institución, en varias ocasiones.

El Justicia de Aragón, Fernando García Vicente, ha sugerido al Ayuntamiento de Teruel que actúe de una vez para acabar con los ruidos que molestan a los vecinos que residen en el entorno del bar Flanagan's, y que han sido motivo de queja. García Vicente, en relación a este asunto, se ha dirigido al consistorio, al que le recuerda el deber legal de cooperar con la institución, en varias ocasiones.

Fue el 31 de enero de 2008 cuando el Justicia sugirió al ayuntamiento que aplicara la Ley contra el ruido a los propietarios de dicho establecimiento, ubicado en la calle de Ainsas.

En concreto, recomendaba ajustar la licencia a las actividades que está realizando, vigilar los horarios y clausurarlo hasta que los dueños pusieran en marcha las medidas de insonorización y se comprobara su eficacia.

El bar no dispone del limitador contra ruidos y vibraciones del equipo de música; carece de aislamiento acústico adecuado y las actividades que realiza no se ajustan a la licencia de apertura, según los expedientes.

El Justicia ha recordado que la Gerencia Municipal de Urbanismo ha hecho varios requerimientos y ha establecido plazos que, inicialmente, eran improrrogables y, sin embargo, han sido incumplidos "sin que esta desobediencia acarrease consecuencia negativa alguna". A esto se añaden las sucesivas denuncias vecinales por el exceso de ruido durante toda la madrugada e, incluso, hasta las 9.00 horas.

El Ayuntamiento de Teruel respondió al Justiciazgo aceptando la sugerencia formulada el 31 de agosto de 2008. Sin embargo, los problemas de ruido no cesaron, por lo que el 2 de septiembre de 2009 un ciudadano volvió a comunicar al Justicia que la situación seguía "igual" y que los propietarios del bar no habían tomado las medidas correctoras del exceso de ruido previstas.

Fernando García Vicente pidió información sobre el tema el 7 de septiembre, solicitud que reiteró el 16 de noviembre del mismo año, el 25 de enero y el 7 de septiembre de 2010, no sólo por escrito sino mediante diversas llamadas telefónicas.

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