Hace meses que se habla del reglamento de participación ciudadana, con críticas airadas de portavoces de las asociaciones de barrio sin que nadie explique dónde están los fallos. Que si dedican poco dinero a estos gastos callejeros y cotidianos... que si no se ha consultado a los dirigente vecinales... pero bueno, cuándo alguien va a sacar una libreta llena de propuestas concretas.

Hágame usted peatonal tal calle, póngales farolas a esa plaza, quíteme aparcamientos y coches mal aparcados en venta de al lado de mi casa, etcétera. ¿Necesitamos esperar a que los políticos tengan ideas de dónde invertir? Y si el equipo del alcalde Alperi quiere redondear la faena, que se estire un poco y mande una carta a casa a los 320.000 alicantinos del censo, personalizada, de alcalde a contribuyente, para que se entere de que tiene que votar, por su calle, su barrio, su bar o lo que le dé la gana democrática. Aunque lo publiquemos en los periódicos, seguro que quedan despistados que no se han enterado.