Algunos empresarios hosteleros buscan 'agujeros negros' para eludir la nueva ley antitabaco

  • El miedo a que se vacíen sus negocios agudiza el ingenio para encontrar soluciones.
  • Varios bares y restaurantes ya se han declarado en rebeldía y no cumplirán la ley.
  • Constituirse como una sociedad gastronómica o un club de fumadores son otras de las medidas que se plantean llevar a cabo para permitir fumar a sus clientes.
Una persona fuma en el interior de un restaurante.
Una persona fuma en el interior de un restaurante.
20minutos.es
Una persona fuma en el interior de un restaurante.

Desde que el 2 de enero de 2010 entrara en vigor la nueva ley antitabaco que prohíbe fumar en bares y restaurantes, algunos empresarios hosteleros están buscando posibles alternativas para poder eludir la normativa.

La primera medida que están adoptando muchos bares y restaurantes es a priori la más sencilla y directa: no hacer caso a la ley y seguir permitiendo que sus clientes fumen en sus locales.

Este es el caso del bar Espirit en Castellón en el que, según informa el diario Las Provincias, su dueño, Fernando Tejedor, se ha declarado en rebeldía y no solo no ha colgado los pertinentes carteles que indican que se prohíbe fumar en ese establecimiento, sino que los ha sustituido por otros en los que informa que pueden hacerlo libremente.

Con todo, los inspectores de la Conselleria de Sanidad han levantado este miércoles un acta contra el bar para que se inicie el correspondiente expediente sancionador. Ello puede acarrear una sanción grave, entre 601 y 10.000 euros, aunque el montante final de la misma está "pendiente de establecer".

Negocios 'insumisos'

¿La razón para tal insumisión? La falta de clientes en el bar el primer día de aplicación de la ley. El miedo a las pérdidas económicas es mayor al de las posibles sanciones que pueda recibir y por ello ha decidido adoptar esta postura.

Pero aquellos empresarios que no quieren infringir la ley están asesorándose con expertos jurídicos para tratar de encontrar algún “agujero negro” a la normativa.

Una posible solución que se están planteando es convertir sus negocios en sociedades o asociaciones gastronómicas.

Esta es la medida tomada por el bar El Don en Valladolid. Su propietario asegura, tal y como recoge El Día de Valladolid, que no son un bar al uso sino que supuestamente están registrados en la Junta de Castilla y León como una asociación gastronómica y que por lo tanto sus socios pueden fumar en su interior sin ningún tipo de problema.

La idea parece haber tenido bastante aceptación entre los clientes y la asociación ya cuenta con más de quinientos miembros. Para poder formar parte de la asociación basta simplemente con dar el nombre y el DNI, sin tener que pagar nada por ello.

No obstante, la Policía Local ya ha presentado un total de cinco denuncias al respecto: dos contra el propio dueño del bar y tres hacia clientes a los que encontraron fumando.

Esta solución también se la está planteando uno de los primeros empresarios hosteleros que se declararon en rebeldía: el dueño del Asador Guadalmina, José Eugenio Arias, quien asegura que llevará su idea de permitir fumar en su establecimiento "a las máximas consecuencias" y no descarta acudir al Tribunal Constitucional para denunciar una ley antitabaco que considera incongruente.

¿Qué es una sociedad gastronómica?

Las sociedades gastronómicas no tienen una distinción y normativa específicas y por ello se considera que son asociaciones culturales sin ánimo de lucro y en las que supuestamente sus miembros podrían fumar sin temor a represalias al tratarse de una asociación privada. No obstante, el hecho de que no puedan tener ánimo de lucro difícilmente puede adaptarse a la actividad económica que desarrollan los negocios hosteleros.

Otro “resquicio legal” que están tratando de seguir algunos dueños de bares y restaurantes es el de constituirse como “clubes de fumadores”, para los que no se aplica la nueva ley antitabaco.

El problema que conlleva esta medida es que estos clubes no pueden tampoco tener ánimo de lucro y, por tanto, no pueden "incluir entre sus actividades la comercialización de productos consumibles", tal y como dispone la normativa.

Además está el hecho de que todas las personas que se encuentren en el club deben ser socias, incluidos los camareros, y no puede haber ningún menor de edad.

Con todo, en Ourense un restaurante ha cedido uno de sus salones para el establecimiento de un club de fumadores (ver vídeo).

Desde la Federación Española de Hostelería (FEHR), José Luis Guerra no cree en esta solución puesto que se requiere que el bar o restaurante tenga un "domicilio y una personalidad jurídica distinta del club privado de fumadores".

Por tanto, el bar o restaurante deberían estar físicamente separados y contar con entradas independientes y no comunicadas entre sí, lo que dificulta que esta medida pueda llevarse a cabo.

Por su parte, desde el Ministerio de Sanidad se remiten al texto exacto de la nueva ley antitabaco para las excepciones que puede haber a su cumplimiento en el caso de los clubes de fumadores.

Fuentes del Ministerio consultadas por 20minutos.es indican que Sanidad no toma en consideración esta idea de las sociedades gastronómicas e informa que se seguirá actuando legalmente como proceda en el caso de los establecimientos hosteleros en los que no se cumpla la normativa.

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