Mario Vargas Llosa: "No me voy a convertir en una estatua"

  • El escritor dará su discurso de recepción del Nobel en Estocolmo este martes.
  • Ha ofrecido su opinión "contradictoria" sobre el caso de Wikileaks.
  • Asegura que él le habría otorgado el Nobel de Literatura a Jorge Luis Borges.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, en Estocolmo.
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, en Estocolmo.
Javier Lizón / EFE
El escritor peruano Mario Vargas Llosa, en Estocolmo.

Mario Vargas Llosa continuará con sus "anhelos y proyectos" de escritor sin que el Premio Nobel de Literatura, que recogerá el próximo día 10 en Estocolmo, haya trastocado un ápice su tarea de fabulador y cronista de su tiempo.

"No me voy a convertir en una estatua", dijo el autor tras declararse feliz ante los medios llegados a la capital escandinava desde todos los confines, con los que conversó, en español y en inglés, sobre literatura y también sobre la actualidad política y social. En esta comparecencia en la Academia sueca, que este martes albergará en su gran sala el discurso de recepción del Nobel de Literatura, el laureado escritor, acompañado por su esposa, Patricia, apareció con un semblante serio, hasta el punto de que un informador peruano le solicitó "una sonrisa a don Mario".

Así, más distendido, el autor de La Fiesta del Chivo, vestido con un traje oscuro y camisa rosa, conversó tanto de literatura como de la coyuntura política y social internacional. La Academia sueca valoró la narrativa del autor de La casa verde por su "cartografía de las estructura del poder" y las "aceradas imágenes de la resistencia, la rebelión y la derrota del individuo".

Y es que, para el autor de La guerra del fin del mundo, la función más importante de la literatura es "enriquecer nuestras experiencias con historias imaginarias que den mayor profundidad a nuestras ideas, enriquezcan nuestra sensibilidad y aumenten nuestra desasosiego y actitud critica frente al mundo". El autor de La tía Julia y el escribidor, que en el mundo de la fábula no quiere "dar mensajes" y sí "contar historias, es bien conocido por su compromiso político.

"No soy neoliberal, soy liberal, alguien que cree en la democracia, en la libertad, en contra de toda forma de autoritarismo y totalitarismo", ha subrayado, para pronunciarse a continuación sobre uno de los casos que ocupan más páginas en los periódicos internacionales, la revelación de información restringida por parte de Wikileaks.

Vargas Llosa dijo tener en este caso una opinión "contradictoria". Por una parte, al autor de Los jefes le parece "formidable la transparencia" y que todo "salga a la luz", porque ello, dijo, "nos defiende" contra las "intrigas" y las "mentiras" "que están vinculadas a la vida política y al poder". Pero, por otra parte, reflexionó que, si desaparece toda forma de "confidencialidad" y "privacidad", no ve "cómo podría funcionar un Estado", y, dijo, "la esencia misma de la democracia se vería en peligro".

Al volver la mirada a su país, parte de cuya historia queda reflejada en El sueño del celta-la novela más solicitada por los lectores en la recién clausurada Feria del Libro de Guadalajara (FIL) entre los 375.000 títulos que ofrecía el certamen-, el autor se preguntó por qué los peruanos no han sido capaces de "desagraviar a los indígenas por las atrocidades" cometidas en la época de auge de la explotaciones de caucho.

No obstante, este escritor, que una vez fue candidato presidencial en su país "por unas circunstancias especiales", está convencido de que Perú "vive una democracia, aunque está sea imperfecta". De Perú le han conmovido todas las manifestaciones de amistad y cariño y cómo los peruanos han recibido este Premio Nobel, que el autor asegura fue "una sorpresa" y que él, sin duda, otorgaría también a Jorge Luis Borges.

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