El máximo jefe militar de EE UU urge a derogar la ley que permite expulsar a los soldados gays

  • La legislación estadounidense permite expulsar del Ejército a aquellos soldados que admitan abiertamente su homosexualidad.
  • Alrededor de 14.000 soldados homosexuales han sido en  los 17 años de la ley.
  • Obama quiere que el asunto se resuelva en el Congreso y no en los tribunales.
    Un grupo de soldados estadounidenses.
    Un grupo de soldados estadounidenses.
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    Un grupo de soldados estadounidenses.

    El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE UU, Mike Mullen, ha urgido este jueves al Senado a derogar este mes la ley que prohíbe ser militares a personas abiertamente homosexuales, una idea que el senador republicano John McCain consideró "prematura".

    En una audiencia en el Comité de Fuerzas Armadas del Senado, Mullen analizó un informe del Pentágono sobre el impacto que tendría la derogación de la medida, conocida como Don't Ask, Don't Tell (No preguntes, no lo digas) y que permite expulsar del Ejército a los soldados que admitan abiertamente su homosexualidad. "No recomendaría derogar esta ley si no creyera de corazón que es la decisión correcta para nuestros militares, nuestro país y nuestro honor colectivo", dijo el máximo jefe militar de Estados Unidos.

    El argumento de Mullen fue respaldado en la audiencia por el secretario de Defensa, Robert Gates, que consideró necesario que el Congreso se adelante a los tribunales que están litigando de forma "imprevisible" sobre el asunto, incluido uno que declaró la ley inconstitucional en octubre. Paradójicamente, el Gobierno apeló la decisión judicial, porque quiere que el asunto se resuelva en el Congreso, con un marco legal claro, y no en los tribunales.

    "Un cambio dramático"

    Gates aseguró que el informe que el Pentágono presentó el martes apunta a que la derogación de la ley no causaría ningún problema y no sería, por tanto, "el cambio dramático que muchos han predicho". Esto puede hacerse, y debe hacerse", sentenció el secretario de Defensa, que pidió a la cámara que "envíe la derogación al presidente Obama para su firma antes del fin del año" y antes, por tanto, de la renovación del Congreso en enero.

    Sin embargo, McCain, uno de los líderes del comité que analiza el asunto, opinó que el estudio tiene "deficiencias" y no es una base suficiente para la derogación de la ley, ya que los miembros del Ejército muestran "cada vez más dudas" sobre las consecuencias que tendría el fin de la medida. "No estoy diciendo que esta ley no deba cambiar nunca. Simplemente estoy diciendo que puede ser prematuro hacer este cambio en este momento, y de esta forma", dijo McCain.

    Gates, en cambio, consideró que no tiene sentido esperar al fin de la guerra en Afganistán para derogar la medida, porque "el mundo no va a convertirse en un lugar más seguro", mientras que Mullen consideró que el conflicto está lejos de ser un obstáculo para la nueva legislación. "La guerra no reprime el cambio, lo pide", aseguró el jefe militar. "Si hay alguna oportunidad mejor o una generación mejor para efectuar este cambio, las desconozco".

    Alrededor de 14.000 soldados homosexuales han sido expulsados de las Fuerzas Armadas en los 17 años que lleva activa la ley, "no por un mal trabajo o una mala conducta, sino por quienes son", según aseguró el senador independiente Joseph Lieberman en la audiencia. Según el estudio del Pentágono, el 70% de los militares consultados creen que el impacto de la derogación de la medida sería "positivo, mixto o inexistente", aunque en algunas divisiones, como el cuerpo de Infantería de Marina que están sirviendo en misiones de combate, un 58% se opone al fin de la ley.

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