El Gobierno vasco y las diputaciones forales han formalizado su acuerdo en torno a las previsiones del cierre de recaudación para este año y la estimación de ingresos para el próximo en un ejercicio de "responsabilidad institucional" ante un 2011 que se avecina "duro", según el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, y en el que se desconoce cual será el "ritmo" de la recuperación económica, en palabras del consejero de Economía, Carlos Aguirre.

El consejero de Economía y Hacienda y los tres diputados generales, reunidos en el Consejo Vasco de Finanzas Públicas (CVFP), han oficializado el cálculo del cierre de recaudación para 2010, que se ha fijado en algo más de 11.800 millones de euros —un 9,3 por ciento más que el año anterior— y la estimación de ingresos para 2011, fijada en 12.500 millones, un 5,9 por ciento más que en 2010.

A diferencia de lo ocurrido en ocasiones anteriores, la reunión de este jueves del CVFP ha estado precedida por la difusión de las cifras formalizadas ahora en el Consejo, en torno a las cuales Gobierno y diputaciones alcanzaron un acuerdo el pasado lunes.

Agirre ha señalado que lo que se hizo en aquel encuentro fue plantear "el escenario más factible" de recaudación, así como estimar "cuales serían las consecuencias" de las diversas medidas fiscales adoptadas en los últimos meses.

El consejero, que ha rechazado que las estimaciones sean fruto de un acuerdo político, ha enmarcado las previsiones en un contexto de "mejora de la actividad", pero en el que se desconoce "cuál es el ritmo y la intensidad" que pueda alcanzar la recuperación en los próximos meses.

Por su parte, el diputado general de Bizkaia, José Luis Bilbao, ha destacado que el acuerdo alcanzado se ha procudido a pesar de la cercanía de las elecciones municipales y forales de 2011, en un periodo que facilita el incremento de la "tensión política". "Aún así, se ha actuado con responsabilidad institucional y de país", ha subrayado.

Además, ha rechazado que las diputaciones, que son las encargadas de la recaudación fiscal en Euskadi, hayan tratado de "racanear" en sus previsiones de ingresos para aportar menos fondos al Gobierno vasco, al que las haciendas forales han de aportar el 70 por ciento de lo que recaudan, mientras que el 30 por ciento restante se reparte entre gobiernos forales y ayuntamientos.