Piñera: "Esto no va a quedar impune"

El presidente Piñera, con el último minero rescatado, Luis Urzúa.
El presidente Piñera, con el último minero rescatado, Luis Urzúa.
Claudia Vega / EFE
El presidente Piñera, con el último minero rescatado, Luis Urzúa.

El presidente Sebastián Piñera afirmó esta noche que tras el exitoso rescate de los 33 mineros atrapados en el yacimiento San José "Chile es más respetado, más valorado en el mundo entero". Respecto a la seguridad laboral, el mandatario recalcó que quienes tengan responsabilidad "tendrán que asumirlas" y que "esto no va a quedar impune".

"Chile no es el mismo país que teníamos hace 69 días, cuando ocurrió el accidente", sostuvo el mandatario chileno con voz entrecortada por la emoción. "Hoy (Chile) es más respetado, más valorado", dijo Piñera que calificó este rescate "como una muestra de unidad" de los chilenos.

Una gesta histórica

Recordó que sus compatriotas actuaron de esa misma forma para superar los efectos del terremoto y maremoto del 27 de febrero "y con el mismo espíritu con que se celebró el Bicentenario", apostilló.

"Lo hicimos a la chilena", dijo el mandatario visiblemente emocionado al realizar un breve balance de un operativo que en menos de 24 horas logró sacar con vida a los 33 mineros atrapados a 700 metros de profundidad, desde el pasado 5 de agosto. Piñera agradeció a todos los que participaron en la gesta, y anunció un nuevo trato para los trabajadores, sin mencionar que una negligencia "oficial" mantuvo abierta la mina siniestrada.

Chile está de celebración

"Dios nos ha puesto a prueba este año", sostuvo el presidente y apuntó que el país ha sido capaz de sobrellevar (terremoto y mineros, entre otros), y lo "estamos superando".

Todo Chile celebró el final feliz del mayor cautiverio subterráneo de la historia que terminó con la salida del último minero a la superficie.

Cientos de personas tomaron las calles de las principales ciudades del país que se tiñeron de los colores de la bandera chilena en una explosión de júbilo que lo inundó todo.

Confeti y bocinazos

En Santiago, apenas unos minutos después de que el topógrafo chileno Luis Urzúa, el último minero atrapado, saliera de las profundidades de la mina, cientos de chilenos empezaron a llegar a la céntrica Plaza Italia, a la que suelen acudir los santiaguinos para celebrar los triunfos deportivos.

Bajo una lluvia de confeti y con bocinazos de fondo, los chilenos saltaban y gritaban agitando la bandera nacional y entonando el ya famoso "ceachei" para celebrar el triunfo de todo un país.

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