Tres personas, entre ellas el director de la Gerencia de Urbanismo de Murcia, Alberto Guerra, fueron detenidas este martes en el marco de una investigación iniciada hace un año y medio, a instancias de la Fiscalía, sobre la expansión urbanística de la zona norte de la ciudad, donde se ubica, entre otras urbanizaciones, el complejo Nueva Condomina.

La operación, que dirige el juzgado de instrucción número 8 de Murcia, ha supuesto también el arresto del abogado Higinio Pérez Mateos y del ingeniero Renato de Noce, este último como supuesto intermediario en algunas de las operaciones inmobiliarias que se investigan.

Asimismo, el presidente del Real Murcia, Jesús Samper, y la jefa del Servicio de la Oficina de Gobierno Local del Ayuntamiento de Murcia, María Isabel Fernández, han sido imputados en las diligencias judiciales abiertas sobre el caso. Fuentes próximas a la investigación declararon que María Isabel Fernández es esposa de Alberto Guerra.

El concejal de Urbanismo, Fernando Berberena, y el que fuera jefe de Planeamiento de la Gerencia de Urbanismo de ese ayuntamiento entre 1999 y 2006, Joaquín Peñalver, arquitecto en excedencia de su puesto como funcionario municipal, también han sido imputados.

Registros desde primeras horas

En un comunicado, el Tribunal Superior de Justicia de Murcia informó de que el caso está relacionado con los presuntos delitos de malversación de caudales públicos, blanqueo de capitales, cohecho y negociaciones prohibidas a los funcionarios, entre otros, y que los tres detenidos pasarán este miércoles a disposición judicial.

En el marco de esta investigación, agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil practicaron desde las ocho de la mañana registros en despachos y domicilios de Murcia y Madrid, entre ellos en la vivienda de Samper, empresario y promotor de Nueva Condomina.

Una decena de miembros de la UCO, que lleva a cabo la operación con el apoyo de guardias civiles de Murcia, llegaban a la sede de la Gerencia de Urbanismo de Murcia pasadas las ocho de la mañana y dos horas después, con la llegada de su director, Alberto Guerra, iniciaban el registro en su despacho en presencia de funcionarios judiciales.

La Guardia Civil, que continuó por la tarde con los registros en esa sede municipal, intervino en el despacho de su director tres cajas con documentación que formará parte de las diligencias que pondrán los investigadores a disposición del juez instructor, que decretó secreto el sumario.

Operaciones inmobiliarias

Fuentes judiciales informaron de que la investigación se centra en operaciones inmobiliarias derivadas de la expansión de la zona norte de la ciudad, donde se ubican, entre otras urbanizaciones y centros comerciales, el complejo residencial Nueva Condomina y el estadio del mismo nombre, en el que juega el Real Murcia.

Fernando Berberena dijo que los procedimientos administrativos en la Gerencia de Urbanismo de Murcia son "absolutamente correctos", aunque apuntó la posibilidad de que se haya podido cometer "algún error de carácter administrativo, pero no penal, aunque eso lo debe decidir un tribunal".

También informó de que la UCO se ha interesado por documentos relacionados con la expansión de la zona norte de la ciudad y "otros proyectos concretos", que no especificó.

Sin irregularidades

El Ayuntamiento de Murcia, al frente del cual está Miguel Ángel Cámara (PP), señaló en un comunicado que el Tribunal Superior de Justicia (TSJ), en sentencias de 2005 y 2006, y el Tribunal de Cuentas, en una de 2009, dictaminaron la inexistencia de irregularidades y de responsabilidad contable, respectivamente, en el desarrollo urbanístico de la zona norte.

Por su parte, el gerente del Real Murcia C.F., Víctor Alonso, comentó que "hay que dejar que la investigación siga su curso", que el club grana no hará declaraciones sobre el caso.

El plan parcial Nueva Condomina investigado por la Fiscalía en esta operación policial se aprobó por el pleno del Ayuntamiento de Murcia en febrero de 2003 con los votos favorables de PP y PSOE, e incluía una alternativa residencial criticada desde entonces por la oposición.

Esta calificación fue aprobada dos años después de que el Plan General de Ordenación Urbana, de enero de 2001, calificase esos terrenos como rústicos, agrícolas o no urbanizables.

Posteriormente, la Gerencia de Urbanismo de Murcia aprobó en abril de 2004 la reparcelación de Nueva Condomina de 2,1 millones de metros cuadrados, que incluían la construcción de 3.700 viviendas y una zona de equipamientos comerciales y de ocio junto a un campo de golf y una ciudad deportiva, con campo de fútbol.