Otegi manifestó en rueda de prensa en San Sebastián que la orden del juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande Marlaska por la que acuerda la suspensión de la Asamblea Nacional de Batasuna prevista para el próximo sábado, así como las actividades de ésta y de todas sus organizaciones afines durante los próximos dos años, es "muy grave".

Un pulso

El portavoz, que compareció junto al también dirigente de Batasuna Joseba Permach, consideró que "no es una decisión judicial" adoptada tras un "debate jurídico", sino que es fruto de "un pulso" entre quienes "apuestan por la superación del conflicto" y quienes desean "alargarlo y agravarlo si es posible".

A su juicio, por un lado "se ha situado la Izquierda Abertzale" y, frente a la misma, "nucleados en torno al PP", quienes intentan "sabotear cualquier intento de construir un proceso para superar el conflicto".

En este sentido, señaló que los "sectores de la derecha más reaccionaria y protofranquista" del Estado español "están en una especie de estrategia incluso de inmolación en la que valen desde los grandes obispos de la Conferencia Episcopal, a los tenientes generales a los que les queda poco tiempo para el retiro, a audiencias nacionales" con tal de "impedir que se ponga en marcha" el proceso.

Para el portavoz, es el PP el que ganado esta "primera batalla". Otegi censuró que el Gobierno central y el PSOE "no es capaz de hacerle frente a eso, o no es capaz de controlarlo o no tiene voluntad de hacerlo", tras lo que aseguró que "todo este discurso del Estado de Derecho es una mentira y todo el mundo lo sabe".

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