Un minero de 55 años, de origen polaco, es el segundo que se ha visto obligado a abandonar el encierro a 200 metros de profundidad en el pozo Casares de Tremor de Arriba, municipio leonés de Igüeña, según confirmó hoy el presidente del comité de empresa Rubén Fernández.

El trabajador permanecía desde hace 12 días en la galería junto a otros trece mineros, que se encerraron el pasado 6 de septiembre para reivindicar al empresario Manuel Lamelas Viloria el pago de las nóminas de julio y agosto, y a la vez la firma del Real Decreto que garantice ayudas para el consumo de carbón nacional en las centrales térmicas.

El minero sintió un fuerte dolor de espalda y servicios médicos del 112 bajaron al fondo de la explotación minera para realizarle una revisión, que desencadenó en su traslado al Hospital del Bierzo, en Ponferrada, donde permanece ingresado.

Este minero es el segundo que se ve obligado a dejar la mina por problemas de salud.

En el interior de la explotación permanecen ahora otros 12 compañeros, que han decidido seguir adelante "hasta que se arregle o los saquen en camilla", según manifestó el representante del comité Rubén Fernández.