La obra del desaparecido Víctor Mira se expone por tercera vez en la Sala Ignacio Zuloaga de la localidad zaragozana de Fuendetodos hasta el 11 de septiembre.

La exposición consiste en obras de sus iconografías más conocidas como estilitas, monjes mirando o las alusiones a las series de los grabados y las pinturas negras de Goya, con su siempre presente halo trágico.

Víctor Mira presenta en sus obras una compleja sencillez a través de un universo de simbología y metáforas. Sus cuadros reflejan soledad, desgarro e incomprensión a través de composiciones sencillas con formas que aparentan cierto primitivismo.

Este pintor, grabador, escultor y escritor aragonés nació en Zaragoza en 1949 y realizó su primera exposición individual a los 18 años en la capital aragonesa.

En 1976 comenzó a trabajar en Alemania con sus series 'Spanische Haltung' y sus manos. Al año siguiente se fue a vivir a Barcelona, donde comenzó su ciclo de pinturas 'Interiores catalanes con tomate'; y publicó su libro Estética Kebrada Aragonesa.

En 1979 publicó su primer libro de poemas 'El bienestar de los demonios'; y en 1982 el segundo, 'Situación en Barcelona'. Viajó a Nueva York donde permaneció durante cinco meses. Allí comenzó a escribir una serie de historias cortas, 'Desde fuera del universo emocional paterno'.

A partir de 1985 Víctor Mira realizó numerosas exposiciones en salas y galerías de casi todo el mundo. En el año 2000 publicó, en alemán, el primer volumen de su autobiografía 'El insomnio de la adolescencia'.

En 2003, en Alemania, a los 54 años se suicidó. Ese mismo año obtuvo uno de los últimos reconocimientos públicos, al ser elegido como el mejor artista de la conocida Feria de Arco.