La escasez de lluvias, que comenzó en 2004, dura ya veinticuatro meses, una situación «inusual», según el Centro Meteorológico Territorial de Galicia. En las provincias del norte se registraron en 2005 cerca del 80% de los valores normales de precipitación, mientras que en el sur no superaron el 70%.

Octubre salvó la media

A pesar de la fama de borrascosa que arrastra Galicia, «el pasado año en realidad sólo hubo un mes lluvioso, el de octubre. El resto fueron secos o, a lo sumo, cercanos a la media», destaca Rafael Sánchez, del Centro Meteorológico Territorial.

Los peores meses fueron enero y febrero. A partir de  primavera llovió lo justo y en verano volvió la sequía.  Tras el aguacero de octubre, el año acabó con dos meses de precipitaciones medias.

Sin fecha para el cambio

Los expertos son incapaces de determinar cuándo llegará el fin de esta tendencia o si la situación se convertirá en habitual. De momento lo achacan a «oscilaciones normales del clima», como la que empapó Galicia en 2001, año en el que prácticamente no salió el sol.

Aunque la situación aquí no es tan delicada como en el sudeste peninsular, los expertos recomiendan hacer un uso responsable del agua.

Reyes pasados por agua

O los Reyes de Oriente hacen gala de su magia o los desfiles de carrozas que recorrerán mañana las ciudades gallegas lo harán bajo la lluvia en muchos casos, según las predicciones de MeteoGalicia. Una borrasca procedente de Irlanda entrará por la costa atlántica a mediodía y dejará lluvias en toda la mitad oeste de la comunidad. Sólo en Lugo y Ourense los Reyes tienen un pronóstico más benénvolo para su cabalgata.