Más de 40 personas murieron este martes en Irak y otro centenar resultaron heridas en un atentado suicida perpetrado por la mañana en el centro de Bagdad contra un grupo de voluntarios del Ejército iraquí, informaron fuentes del Ministerio de Defensa.

Las fuentes detallaron que el suicida detonó un cinturón cargado de explosivos en medio de un gran grupo de jóvenes que se disponían a alistarse en las Fuerzas Armadas, cerca del antiguo edificio del Ministerio de Defensa, en el barrio de Bab al Muazam. El centro también es usado como base militar estadounidense desde la invasión americana en 2003.

El número de víctimas mortales a causa del ataque, que ha tenido lugar dos semanas antes de que EE UU complete la retirada de sus tropas de combate, varía entre las 39 registradas por el Ministerio de Sanidad y las 48, según fuentes policiales y de Interior.

Asimismo, la cifra de heridos, algunos de los cuales continúan en estado grave, fluctúa entre 57 y 129.

Irak admite que no existía suficiente seguridad

"Las medidas de seguridad adoptadas (en el centro de reclutamiento) en comparación con el número de voluntarios que se habían presentado no eran suficientes", declaró a la prensa el portavoz del centro de operaciones de Bagdad, el general Qasem Ata.

El general Ata admitió que no se había tenido en cuenta la cantidad de reclutas que iban a presentarse a las pruebas de ingreso en el Ejército y que el lugar en el que fueron convocados no era adecuado como "centro de voluntariado y de agrupación de ciudadanos".

Clima de tensión en el país

Este es el atentado más sangriento ocurrido en Irak desde el pasado 18 de julio, cuando 43 personas murieron y otras 40 resultaron heridas en un atentado contra miembros de las milicias progubernamentales Consejos de Salvación, en el pueblo de Al Balesem, al suroeste de Bagdad.

El bloqueo político para formar Gobierno existente en Irak tras la celebración de las elecciones presidenciales del pasado marzo ha incrementado las tensiones políticas en el país. Por otro lado, EE UU anunció para este mes la retirada del grueso de sus tropas de Irak y el fin de sus operaciones de combate en el país árabe.

Este ataque acentúa aún más las dudas sobre la capacidad del Ejército iraquí de mantener la seguridad en solitario. Recientemente, y en previsión de la retirada de EE UU, tras la que quedarán 50.000 soldados estadounidenses en Irak con misiones de adiestramiento y protección, el Ministerio de Defensa iraquí lanzó una nueva convocatoria para reclutar jóvenes voluntarios.