El Ministerio del Interior ha decidido tratar la crisis con Rabat directamente sobre el terreno, y por ello será el propio ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien se desplazará el 23 de agosto a Rabat para reunirse con las autoridades marroquíes e intentar zanjar la crisis de Melilla, desatada a raíz de la denuncia de casos de racismo por parte de grupos marroquíes y que provocó el bloqueo de la frontera.

Esta visita se efectuará después de que el el Rey Juan Carlos mantuviese una charla informal con Mohamed VI el pasado miércoles para solucionar los "malos entendidos".

Rubalcaba asegura a pesar de los últimos acontecimientos, que las relaciones entre Marruecos y España "son excelentes en lo referente a la lucha contra el terrorismo internacional, la cooperación policial, a la lucha contra el narcotráfico o contra la emigración ilegal".

En su defensa de los Cuerpos de Seguridad del Estado, el ministro, ha asegurado este sábado que tanto la Policía como la Guardia Civil cumplen "escrupulosamente" con los derechos humanos cuando actúan en Ceuta, Melilla o en las aguas del Estrecho", y que así se lo ha hecho saber el Gobierno a las autoridades marroquíes.

En su opinión, es importante tratar de recuperar "una normalidad que es muy favorable a los intereses de España cuando se refiere a luchar contra el crimen organizado o el narcotráfico". Se ha mostrado convencido también de que, trabajando con las autoridades marroquíes, "el dialogo dará sus frutos" y que se recuperará "rápidamente la normalidad de unas relaciones muy buenas".

Bloqueo para el lunes

Los activistas marroquíes retomarán el lunes el boicot contra Melilla impidiendo no sólo el paso de productos marroquíes hacia Melilla, sino también materiales de construcción y trabajadores.