El Gobierno de Marruecos denunció este sábado dos nuevos supuestos incidentes contra sus ciudadanos en el puesto fronterizo de la ciudad autónoma española de Melilla y calificó de "peligroso giro racista" este tipo de sucesos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores señaló que "después de los tres recientes casos de violencia física cometidos por miembros de la policía española contra ciudadanos marroquíes" en el paso de Melilla, se han registrado dos nuevos episodios de "recurso a la fuerza e interrogatorios brutales" contra sus nacionales.

El primero de esos incidentes, según el comunicado, tuvo lugar en la noche del cuatro al cinco de agosto, mientras que el último se produjo esta mañana. Las autoridades marroquíes condenaron que un policía español supuestamente no respetó la línea de demarcación del puesto de Beni Enzar para perseguir a un ciudadano y apuntaron que cuando un agente marroquí intentó interponerse otros tres españoles ayudaron a su compañero y "agredieron a la víctima con sus porras".

Asimismo, indicaron que Mohamed Hamdaui, residente en la localidad septentrional de Nador, fue agredido esta mañana en ese mismo punto por un agente español que según la nota le golpeó con su porra y le pisoteó, causándole "una fractura en el brazo y varios moratones en su cuerpo".

Se trata de la tercera denuncia que formula recientemente el Ministerio marroquí de Exteriores y Cooperación contra España por incidentes contra sus nacionales. En las dos ocasiones anteriores, se trató de dos supuestas agresiones por parte de la policía española en la frontera con Melilla, algo que las autoridades españolas negaron, alegando que la reacción en ambos casos fue "proporcionada" ante sendas "provocaciones".

Este viernes, Marruecos condenó además "vigorosamente" el supuesto abandono frente a sus costas por parte de la Guardia Civil española de ocho inmigrantes subsaharianos, que según el Ministerio marroquí de Exteriores se encontraban en "un estado crítico de salud".