Consum alerta de en Catalunya que no se etiquetan bien los alimentos frescos

  • Los mercados se saltan más la ley.
  • Hay tiendas que omiten incluso el precio o el origen de la fruta, hortalizas, carne y pescado.

Los compradores no saben en muchos casos de dónde procede un alimento fresco, cómo se ha obtenido e incluso cuánto cuesta. Los vendedores tienen la obligación de etiquetar el pescado, la carne, la fruta y las hortalizas, pero, a menudo, y sobre todo en los mercados, se hace caso omiso a la ley que les manda hacerlo.

Un estudio llevado a cabo por la Agència Catalana del Consum (ACC), en base a 931 inspecciones en puestos de venta catalanes, revela que seis de cada diez establecimientos incumplen la normativa de etiquetaje de productos frescos. La mayoría de las irregularidades se producen en la venta de frutas y hortalizas, ya que siete de cada diez establecimientos no aclaran su origen, denominación e incluso el precio de los alimentos.

En cambio, en la venta del pescado es cuando se respeta más la normativa, pese a que más de la mitad de las tiendas investigadas la incumplen, ya sea por no especificar el método de pesca, la zona de captura de la pieza o, también, su precio. En el caso de la carne, en la mayoría de los casos estudiados, no se especificaba el país de nacimiento de la pieza, ni dónde creció y se sacrificó. Por áreas geográficas, Barcelona es la provincia que concentra el mayor número de infracciones en este ámbito. Le siguen Girona, Lleida y Tarragona, por este orden.

"El pequeño comercio es el que etiqueta mejor", recalca el director de la Agència Catalana del Consum, Jordi Anguera. Los supermercados y grandes superficies les siguen en la lista de venta de productos mejor rotulados. Los que incumplen más la ley en este ámbito son los mercados municipales, a tenor de los resultados de la investigación de Consum.

"En los mercados hay una relación de proximidad con el cliente y se le explica directamente la procedencia del producto", matizaba Anguera. Ahora bien, advertía que esto y el "poco espacio" del que disponen las paradas "no es excusa" para no etiquetar sus productos como es debido. Para mejorar la información que se da al comprador, Consum ya está en conversaciones con diferentes asociaciones de mercados para buscar etiquetas estándares que ofrezcan toda la información.

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