Después de la euforia desatada en los últimos días por el triunfo en el Mundial, llega la hora de hacer balance. La selección española tiene una copa y la capital se ha volcado para recibir a sus héroes en el mayor acto festivo de la historia de Madrid, con 500.000 personas en sus calles (según la Delegación del Gobierno). Pero, a cambio, la ciudad amaneció el martes llena de basura hasta los topes, los vándalos rompieron un brazo a un heraldo de la estatua de Colón, la afición pisoteó las plantas recién sembradas junto al Puente del Rey y el Samur atendió a decenas de personas intoxicadas por alcohol.
Estudian el coste del daño
Además, están "analizando el resto de patrimonio" de la Castellana y Recoletos para cuantificar los daños. Otra escultura del paseo (la de Juan Valera) también apareció rota, aunque el Ayuntamiento no confirma si se estropeó durante las celebraciones.
La explanada del Rey, el epicentro de la bienvenida a la selección, amaneció ayer como un escenario de guerra. "Parecía que habían soltado un globo lleno de mierda, era un vertedero", cuenta un jardinero que opera en la zona. La basura inundaba también el Salón de Pinos recién sembrado en la orilla del Manzanares junto a Príncipe Pío.
Además, las decenas de miles de aficionados que se reunieron allí pisotearon las plantas, troncharon árboles y rompieron aspersores. En toda la ciudad se recogieron 52.150 kilos de desperdicios, sobre todo junto al río. La Federación de Fútbol pagará parte del coste de los trabajos, al organizar el acto en coordinación con el Ayuntamiento.
Los servicios sanitarios también tuvieron faena. El Samur atendió a 130 personas por heridas leves y otras 177 acudieron a Urgencias. La mayoría por intoxicaciones etílicas, golpes y pequeños cortes.
Cibeles, Argüelles, Daoíz...
Los destrozos a esculturas son un clásico en Madrid. La Cibeles ya está acostumbrada a perder partes durante los festejos del Real Madrid. De hecho, su mano no es la original. La estatua de Daoíz y Velarde, en el Dos de Mayo, pierde su espada cuando los jóvenes se desmadran en los botellones. Lo mismo le pasa al Dolmen de Dalí (Goya), que pierde su esfera casi una vez al mes. Además, el conjunto de Las Latas de Moratalaz desapareció misteriosamente y el busto de Argüelles fue arrollado por un conductor ebrio.
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