La selección tiñe de rojo las calles de Madrid para celebrar el Mundial de Sudáfrica

La ocasión bien lo merecía y cientos de miles de españoles –llegaron de todos los rincones de la piel de toro– desbordaron este lunes Madrid para recibir la ofrenda que les ha traído la selección desde Sudáfrica, la primera Copa del Mundo de la historia del fútbol español.

Tras 11 horas de vuelo, en las que Sergio Ramos ofició de pinchadiscos y hasta se le cantó una canción a Sara Carbonero –"¡Sarita de mi vida!"–, novia de Iker Casillas, España aterrizó en Barajas (14.50 h).

El trofeo tocó suelo español de la mano del portero y capitán. Se la pasó al seleccionador, Vicente Del Bosque, que se mantuvo, como siempre, en un discreto segundo plano.

Del avión, directos a un autobús que los esperaba en la pista para llevarlos a un hotel en el que descansaron.

De las autoridades a las calles

Apenas dos horas más tarde (17.56 h), los Reyes, los Príncipes de Asturias y la Infanta Elena recibieron a la expedición española en el Palacio Real. Don Juan Carlos estrechó la mano uno por uno a todos los futbolistas, y les dio las gracias "por hacer el sueño de los españoles realidad". El momento más dulce se vivió cuando las Infantas Leonor (4 años) y Sofía (3) aparecieron con la camiseta de España y tocaron la Copa.

A las 18.54 h, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, les recibió en la Moncloa. Del Bosque disfrutó junto a su hijo Álvaro, con síndrome de Down, que levantó la Copa delante de los futbolistas.

La vuelta de honor por las calles de Madrid, más larga que en la Eurocopa’08 por petición de los jugadores, se inició a las 19.04 h en un bus descapotable donde se leían dos lemas: El poder de la roja conquista el mundo y Campeones. Los más animados fueron Reina, Ramos y Capdevila. Se les unió Busquets.

El calor y la excesiva lentitud de la comitiva, a consecuencia de la cantidad de gente amontonada en las calles madrileñas, no empañaron la celebración y el autobús descapotable de la roja recorrió la calle Princesa, Plaza de España, la mítica Gran Vía hasta visitar a la diosa Cibeles.

La emoción se disparó al comprobar el río de gente amontonado a los lados del Paseo del Prado y en Atocha. Las banderas de España y los gritos de los aficionados empujaban a la expedición a coger una Ronda de Toledo empantanada de gente que vibraba por ver de cerca a los campeones del mundo, pese a un retraso que rondaba ya la hora y media.

De nuevo paso por el Palacio Real ya de noche, con el empuje de la hinchada y con el ruido de fondo de un punto de encuentro que se colapsaba por la afluencia de público. Esto obligó al Ayuntamiento de Madrid a pedir que nadie más se acercara hasta la zona.

El ‘show’ de Reina’

Después de casi cuatro horas de recorrido y dos sobre el horario previsto (21.00 h), la selección llegó al escenario de la explanada del Puente del Rey, en el río Manzanares (23.02 h), entre gritos de "¡Campeones, Campeones!", "Sí, sí, la Copa ya está aquí" y "Yo soy español".

Hablaron Iker, Iniesta –"Hemos ganado el Mundial gracias al pulpo Paul–", Villa y Del Bosque, y comenzó el show de Reina.

"Os queremos la hostia y queremos daros las gracias porque vuestra fuerza nos ha llegado", dijo Reina a las miles de personas, entre las que estaba la infanta Elena, que aguardaron las más tres horas que el equipo tardó en completar el recorrido por la capital.

El arquero desveló el grito de guerra de la selección: "¡Espartanos! ¡Auh, auh, auh!", sacado de la película 300 y presentó a sus compañeros.

"Albiol se mata por un pin. Piqué el central del mundo. Marchena. Puyol, tarzán de África. Sweet Iniesta. El 7, el gol de España tiene un nombre David Villa. El 8, la batuta, por aquí, por allá, Xavi Hernández. Todo empezó hace dos años y 13 días marcando el gol a Alemania, nos hizo creer y por eso hemos ganado el Mundial, Fernando Torres", gritó.

Maestro de ceremonias desde la Eurocopa 2008, Reina continuó con las presentaciones aludiendo a Iker, "el santo de Móstoles", a Marchena y, al anunciar a Cesc, Puyol y Piqué le pusieron la camiseta del Barça. "Es el futuro del Barça", dijo Reina antes de definir a Capdevila como "el incombustible y feo de cojones".

Y con Valdés zanjó cualquier polémica: "Dicen que nos llevamos mal... los cojones". Los futbolistas cerraron la fiesta bailando sobre el escenario. Felicidades campeones.

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