El viceconsejero de Justicia, José Manuel Fínez, destacó hoy el compromiso del Gobierno vasco con "la actualización" del Derecho civil vasco, "respetando las especialidades de cada uno de los territorios", pero "unificado", de forma que se desarrolle de manera "consensuada" y en un "ámbito de expertos", alejándolo "lo más posible del ámbito político".

Fínez participó hoy en la presentación de los últimos volúmenes correspondientes a los siglos XVII-XIX de la Colección de Jurisprudencia Civil Foral, una iniciativa en la que colaboran el Gobierno vasco y la Universidad de Deusto, que ha sido dirigida por la profesora de Derecho Civil de la Universidad de Deusto, Itziar Monasterio.

Además del viceconsejero participó en la presentación Itziar Monasterio, junto al presidente de la Academia Vasca de Derecho, Adrián Celaya, la vicedecana de Investigación y Postgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Deusto, Inmaculada Herbosa, y el catedrático de Derecho Internacional Privado de la UPV/EHU Juan José Alvarez Rubio.

En su intervención, José Manuel Fínez aseguró que es "un compromiso del Gobierno vasco la actualización del derecho civil vasco" para convertirlo en "un derecho civil vasco práctico, actualizado y eficaz, que sirva a la ciudadanía", para lo que consideró "imprescindible delimitar lo que puede ser el ámbito competencial de desarrollo".

En ese sentido, indicó que, para ello, es "inexcusable la investigación en el derecho histórico de conformidad con lo establecido en el 149.8 de la Constitución".

Finez insistió en que existe "la voluntad del Gobierno vasco de constituir una grupo que empiece a trabajar sobre una ley de derechos civil vasco que supere a la ley del 92, con los parámetros de que sea un derecho civil que tenga un conjunto al menos unificado, respetando las especialidades de cada uno de los territorios, que se extienda territorialmente a los tres territorios de la Comunidad Autónoma Vasca y que asiente unas bases comunes nuevas, actuales y prácticas para dar soluciones que hoy se están viviendo".

Asimismo, dijo que "existe también la decisión de hacerlo consensuadamente en un ámbito de expertos y alejarlo lo más posible del ámbito político, porque, cuanto más alejado esté del ámbito político, más posibilidades tendremos de hacerlo".

"El compromiso -insistió- es buscar, entre las diferentes instituciones de la Comunidad Autónoma Vasca que han trabajado en este ámbito, un texto consensuado que en su caso pudiera llevarse al Parlamento".

Por su parte, Juan José Alvarez Rubio consideró "más necesario que nunca desarrollar nuestro derecho civil foral" porque "hemos hecho la labor de conservación, un ligero retoque de modificación y falta el desarrollo con los tres términos del 149.1.8". En ese sentido, dijo que "la petición al legislador sería que no quemásemos una nueva legislatura y que hubiera, como me consta, deseo de llevarlo adelante".

"ajeno a las disputas partidistas"

Alvarez confió en que el derecho civil foral sea algo "ajeno a las disputas partidistas" porque, según censuró, cuando se habla de autogobierno "casi siempre se habla de la vertiente jurídico-público-institucional y pocas veces de lo que es nuestro ordenamiento civil vasco".

Por ello, consideró que el trabajo de Itziar Monasterio "aporta un valor añadido y un reto a la sociedad vasca, para ver si reaccionamos, y esa tarea pendiente que es renovar el incipiente avance que representó la ley del 92, que la estamos convirtiendo casi en un fósil jurídico, exactamente lo contrario de lo que tiene que ser el derecho foral".

En el área europea comunitaria, consideró necesario "demostrar que tenemos un derecho propio, no para sacar pecho jurídico, sino para coordinarlo adecuadamente con la normativa comunitaria europea" y añadió que "es algo que ha logrado poner encima de la mesa las recientes investigaciones en materia de obligaciones y contratos el trabajo de Itziar Monasterio y todo su equipo".

Por último, reivindicó que "esta materia del derecho foral cobre viveza, sobre todo, porque puede ser un instrumento social de especial utilidad en estos momentos de crisis".

Por otro lado, Adrián Celaya, quien felicitó a Itziar Monasterio por estar "coronando una tarea" con la que él "ha soñado muchas veces", señaló que el derecho "es algo vivo, que cambia" y afirmó que "los derechos forales no son una calamidad para el país, sino una bendición, porque es el hecho de constatar que somos diferentes, pero no por raza o lengua, sino por los usos y costumbres".

En ese sentido, aseguró "no envidiar en absoluto que Cataluña construya un Código Civil", pero dijo que le parecería "insensato en esta tierra nuestra, porque de lo que se trata cuando se legisla es de mejorar las condiciones de las leyes y las formas de vida del país, y no de coger una diferencia por la diferencia".

"estudiar lo nuestro"

Celaya se mostró partidario de hacer "un derecho elaborado para el pueblo vasco, pero no para que el pueblo vasco se retenga en unas formas determinadas". Tras afirmar que es "evidente que un Código Civil no se puede redactar en un Parlamento que está compuesto por personas ajenas al derecho", señaló la necesidad de "estudiar lo nuestro, con nuestros medios y mirando también a Europa".

El presidente de la Academia Vasca de Derecho advirtió, en ese sentido, que si Europa "pretende uniformizar todos los territorios europeos es un error". "Lo que tiene que hacer Europa es crear unas normas de conflicto que hagan que el enfrentamiento sea lo más pacífico posible y hacer que predomine la justicia y los derechos humanos", apuntó.

Celaya afirmó que los libros de Itziar Monasterio "contribuyen mucho a abrirnos el camino, para ir buscando un derecho civil vasco que no sea una reminiscencia de tiempos pasados, sino que suponga realmente un avance en la concepción de los derechos civiles". COLECCIÓN

Itziar Monasterio recordó que la colección se creó en 1990 y cuenta actualmente con once volúmenes, ocho publicados y tres en pruebas de impresión. Su objetivo, precisó, es hacer públicos los procesos judiciales y la documentación notarial relativa a las instituciones privadas encontrados en los archivos judiciales y notariales de Bizkaia, Gipuzkoa y Álava.

Según destacó, el contenido jurídico que encierran estos documentos posibilita el conocimiento del ámbito material de instituciones históricas, "lo que permite fijar los cimientos jurídicos que sustentan la foralidad civil de cara a su desarrollo legislativo futuro".

Monasterio insistió en que "son razones históricas, académicas y de política legislativa, las que justifican la existencia de esta colección", cuya finalidad es la "recuperación y fijación del Derecho histórico, conocer los principios que cimentan la foralidad civil histórica y, en su caso, el sustrato común de instituciones y principios a los tres territorios históricos, dimensionar el ámbito material de instituciones pertenecientes al sistema con referencia al momento máximo de desarrollo y la delimitación del ámbito competencial de Derecho Civil propio de la Comunidad Autónoma Vasca".

Por otro lado, señaló que el Derecho Civil vasco se encuentra "ante un doble reto: por una parte, llevar a cabo una actualidad legislativa del sistema jurídico, salvaguardando las particularidades de nuestro sistema, y, de otra, mirar a un sistema normativo con tendencia a la unificación en el ámbito europeo".

"Ante esta doble tarea, esta investigación puede ser ciertamente útil, puesto que amplía el ámbito material de instituciones que lo componen y permite la fijación de los cimientos jurídicos que sustentan la foralidad civil vasca", concluyó.