Euskadi está de huelga general este martes, una protesta que también se extenderá a Navarra. El paro ha sido convocado, por separado, por los sindicatos abertzales y CC OO.

A esta jornada de movilización se han sumado los sindicatos CGT y CNT, los sindicatos médicos han dejado libertad a su afiliados para secundar la jornada de protesta, mientras UGT-Euskadi es el único gran sindicato vasco que no ha llamado a participar en la misma.

Un total de trece personas fueron imputadas y tres detenidas, dos en Vitoria y un tercero en Bilbao, después de haberse enfrentado a agentes de la Policía vasca. Varias personas más fueron identificadas por coaccionar a trabajadores que deseaban acudir a sus puestos de trabajo y dos agentes de la Ertzaintza resultaron contusionados.

Según informó el Departamento vasco de Interior, la primera detención se produjo al filo de las diez de la mañana en el transcurso de los incidentes protagonizados en la capital alavesa por varios grupos de personas que, por una parte, bloqueaban la entrada del personal de un centro comercial y, por otra, cortaban el paso del tranvía.

Los autores de los hechos profirieron insultos y arrojaron diversos objetos hacia los ertzainas que trataban de desbloquear ambas zonas. Dos agentes resultaron contusionados y la Ertzaintza intervino utilizando material antidisturbios y procedió al arresto de una persona por insultos, amenazas, resistencia y negativa a la identificación. Con posterioridad se arrestó a una segunda persona como presunto autor de la agresión a uno de los ertzainas.

En la capital vizcaína se practicó otra de las detenciones, después de haberse iniciado una manifestación sobre las ocho de la mañana en la plaza del Sagrado Corazón. En su recorrido, un grupo de manifestantes arrojó mesas y sillas de las terrazas de las calles adyacentes y accedió a varios establecimientos amenazando a los trabajadores. La Ertzaintza intervino con material antidisturbios después de que la empleada de uno de los comercios hubiera sido agredida.

Sobre las diez y media de la mañana, los agentes arrestaron en el Casco Viejo a una mujer, integrante de un piquete, tras proferir insultos de forma reiterada. A mediodía, en la misma zona, varios integrantes de piquetes accedieron en comercios y causaron diversos destrozos. Al mismo tiempo, pincharon las ruedas de un autobús de línea, lo que motivó una nueva intervención de la Ertzaintza con material antidisturbios.

Durante la mañana también se registraron otros incidentes, como cruces de contenedores en los alrededores del Casco Viejo para tratar de cortar el servicio de tranvía, que siguió funcionando con normalidad.

Normalidad según Interior

Por otra parte, en el resto de la Comunidad Autónoma Vasca, la "normalidad y la escasez de incidentes han sido la tónica general a lo largo de la mañana en la convocatoria de huelga general", indicó Interior, para añadir que "no se han registrado problemas en el acceso a los puestos de trabajo, si bien ha habido presencia de piquetes a primera hora en el entorno de polígonos industriales, grandes empresas, mercados y terminales de autobuses".

Cifras diferentes

Como siempre en estos asuntos, las cifras de seguimiento varían según la parte que los dé. El miembro de la Ejecutiva de LAB Gorka Berasategi cifró "en un 70-75 por ciento en general" el seguimiento, mientras que el Gobierno vasco habla de un 8% en la administración  y un 22% en la empresa privada.

Rechazada por los partidos vascos

Esta jornada de movilización es rechazada por los principales partidos vascos, como PNV, PSE-EE y PP. La formación liderada por Iñigo Urkullu considera que esta iniciativa es un "recurso" de los trabajadores, pero cree que "el país no está para huelgas".

Por su lado, los socialistas vascos, por boca de su secretario general y lehendakari, Patxi López, dijeron entender el "cabreo" de trabajadores, porque "las decisiones económicas son difíciles", pero coincidieron con los jeltzales en que "el país no está para huelgas".  

En parecidos términos se ha expresado la presidenta del Parlamento vasco y miembro de la ejecutiva del PP del País Vasco, Arantza Quiroga (PP), quien considera que "no estamos para huelga general y menos forzada".