La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, señaló hoy que, según las primeras informaciones de la investigación iniciada por Renfe sobre el atropello ferroviario de Casteldefells (Barcelona), "todo apunta a que puede haber habido una imprudencia".

Lo dijo en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, en la que, preguntada por los periodistas, indicó que los datos que se conocen, que ya fueron dados a conocer en este jueves por el ministro de Fomento, José Blanco, indican que "la estación ha sido remodelada recientemente y cumple con todas las normas de seguridad y movilidad de pasajeros".

Sin embargo,destacó que habrá que esperar a tener "todos los datos" y los que aporten técnicos y expertos, por lo que recomendó no realizar "valoraciones precipitadas", porque lo que ahora importa es estar "al lado de las víctimas".

De la Vega inició la comparecencia en la rueda de prensa mostrando, en nombre del Gobierno, sus "más sentidas condolencias", así como toda su "solidaridad" a las familias de los 13 muertos.

Asimismo, destacó que todos comparten "el dolor" por la pérdida de estas vidas, y también manifestó todo el "apoyo y deseos de pronta mejoría a los heridos en este trágico accidente".

Además, indicó que el Ejecutivo ha abierto una investigación para "clarificar todas las circunstancias" del "grave accidente", de cuyas conclusiones, se informará "con total transparencia", y recordó que el Ejecutivo ha estado en "permanente contacto" con la Generalitat.

Por último, realizó un llamamiento a los ciudadanos para que eviten "cualquier riesgo" en sus desplazamientos, sea cual sea el transporte que utilicen, e indicó que "ojalá este trrible suceso recuerde a todos que la seguridad es siempre lo primero".