En una rueda de prensa celebrada en San Sebastián, Arana consideró que "se han dado las circunstancias exigibles para decir, de manera alta y clara, que el Gobierno de Zapatero ha cruzado definitivamente la línea roja que marcaba la diferencia entre respetar los derechos de los trabajadores" y, como se está viendo ahora, con su propuesta de reforma laboral, "echar por tierra las conquistas sociales que tantos y tantos años se ha tardado en conseguir".

El dirigente de EB recordó que el Gobierno socialista ha respondido a la actual crisis económica "en tres fases", en la primera, "en plena crisis financiera", se "apresuró a poner casi 50.000 millones de euros sobre la mesa para resolver los problemas financieros de entidades financieras y la banca" los que habían "provocado" esta coyuntura.

A ello añadió que, a continuación, el Ejecutivo socialista decidió que quienes "paguen" para reducir el déficit "provocado por esas ayudas" sean "los más débiles de la escala salarial, los pensionistas, y los funcionarios, además del recorte de otros derechos sociales".

Además, indicó que en la "tercera fase", visto que "los recortes no son todo lo que le hubiera gustado", el presidente del Gobierno va a acometer, "a instancias del Fondo Monetario Internacional, lo cual es una vergüenza", una reforma laboral.

Arana recordó que "no hace tanto tiempo" Rodríguez Zapatero "sacaba pecho" con la actual normativa laboral, y decía que "ya era hora de que le empezaran a invitar a las reuniones del G7 y del G8", mientras que ahora busca reformarla, "abaratando el despido para crear empleo y salir así de la crisis, una gran mentira" porque "una vez más lo que se pretende es aprovechar esta crisis para flexibilizar, aún más si cabe, el mercado laboral" y para que "salgan reforzados los de siempre, los empresarios y el mercado".

A su juicio, la reforma laboral llevará a un mercado laboral "prácticamente libre, lo que supone un retraso inaceptable, desde el punto de vista de la izquierda, a los derechos sindicales conseguidos durante tantos años de lucha por parte de organizaciones sindicales y trabajadores".

Además, advirtió que "lo que vendrá" será "la edad de jubilación a los 67 años, la disminución de las cotizaciones a la Seguridad Social y el retraso de las pensiones y la jubilación".