Investigadores demuestran la utilidad de las imágenes de satélite radar sobre la severidad de los incendios

Un estudio realizado por el Grupo de investigación Geoforest del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza demuestra, por primera vez, la utilidad de las imágenes radar para conocer la severidad de los incendios forestales.

Esto permitirá intervenir en las zonas devastadas teniendo en cuenta su diversidad y los grados de afección con los que se haya producido el incendio, ha informado la Universidad de Zaragoza en un comunicado.

El principal beneficio de esta investigación, publicada en la revista científica internacional 'Transactions on Geoscience and Remote Sensing', es que ofrecerá evidencias o pistas para la intervención, teniendo en cuenta las características propias de cada espacio, evitando así la adopción de medidas homogéneas.

El radar permite cartografiar la severidad del territorio, un aspecto "muy relevante" para gestionar adecuadamente la restauración y la recuperación de las zonas quemadas, tal como apuntan los investigadores del grupo Geoforest, coordinado por Juan de la Riva.

En concreto, esta investigación ha estado liderada por Mihai Andrei Tanase y han participado en ella Juan de la Riva, y Fernando Pérez-Cabello, de Geoforest, en colaboración con Maurizio Santoro, han agregado desde la Universidad de Zaragoza.

Situación actual

Hasta ahora, las imágenes de satélite radar tan sólo se habían utilizado para estudiar la gravedad o extensión. Tras la investigación de Geoforest, por primera vez se pone de manifiesto la utilidad de estas imágenes para estimar la severidad de los incendios.

Al respecto, la institución académica ha aclarado que, igual que en las quemaduras de personas se utiliza el término gravedad o extensión para indicar el porcentaje de quemaduras en una persona —el 40 por ciento de su cuerpo, por ejemplo—, la severidad se refiere a la profundidad o grado de quemaduras —de segundo o tercer grado, por ejemplo—.

Así, el fuego no se muestra con la misma intensidad en toda la superficie afectada ya que en función de las condiciones atmosféricas y de los parámetros que controlan la propagación, unas zonas pueden verse más afectadas que otras.

En este sentido, la cartografía de la distribución espacial de la severidad es un aspecto muy relevante para gestionar adecuadamente la restauración y la recuperación de las zonas quemadas.

Esta investigación se ha desarrollado con éxito sobre zonas quemadas mediterráneas, "más complejas, más heterogéneas, con pendientes y escasas zonas llanas", han comentado desde la institución académica.

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