La conselleira de Facenda, Marta Fernández Currás, apostó hoy por sustituir el discurso "incrementalista" respecto a las cuentas públicas por "una nueva forma de gestión" que lleve a las administraciones a ser más eficientes y a "gastar bien".

Durante su intervención en la inauguración del IV Congreso Nacional de Auditoría en el Sector Público, que se celebra este año en la capital gallega, la conselleira afirmó que los ciudadanos "siguen percibiendo" que es "mayor el sacrificio" que hacen con el pago de impuestos que los servicios que tienen a cambio.

"Invertimos mucho esfuerzo en recaudar y no todo el que deberíamos a gastar bien", sostuvo la titular de Facenda, quien apostó por establecer objetivos presupuestarios y evaluar los resultados para buscar una mayor eficiencia en la asignación de recursos. En este sentido, consideró que la actual crisis económica puede ser una "oportunidad" en la búsqueda de fórmulas más eficaces de gasto.

Así, señaló que, pese a que está "en todos los manuales" el objetivo de lograr un gasto más eficiente, es necesario aplicarlo realmente y llamó la atención acerca de que "se sigue hablando en cualquier debate presupuestario de si crece o si baja —el presupuesto—". La eficacia y la eficiencia, dijo, "son temas recurrentes" y "hoy más necesarios que nunca" debido al contexto de crisis.

El congreso, que se desarrollará hasta el viernes y que está organizado por la Fundación para la Formación e Investigación en Auditoría del Sector Público (Fiasep) y el Consello de Contas de Galicia, contará con la participación de numerosos expertos vinculados al ámbito de la gestión de fondos públicos y su control procedentes de toda España.

Credibilidad y confianza

El presidente del Tribunal de Cuentas, Manuel Núñez Pérez, insistió también en que resulta "fundamental" evaluar resultados con el fin de identificar las "áreas de mejora" y "optimizar la asignación de recursos" por parte de las administraciones. En este entorno, afirmó, "el control externo es clave" para fiscalizar la actuación de los gobiernos y los organismos que de ellos dependen.

Núñez hizo un análisis de la complejidad de la estructura descentralizada y los numerosos organismos dependientes de las administraciones. A este marco complejo se suman los efectos de la crisis, que provocaron un "vertiginoso deterioro de las cuentas públicas". En este contexto, la "transparencia es la principal fuente de confianza y credibilidad", afirmó y destacó que estas dos características "son indispensables" para salir de la crisis.

El responsable del Tribunal de Cuentas defendió la necesidad de unos controles externos, creados en casi todas las comunidades —el Consello de Contas, en el caso gallego— que sometan a fiscalización la actuación de las administraciones públicas. Son estos controladores, dijo, los que deben hacer "sugerencias" para posibles modificaciones normativas o de procedimiento que mejoren la gestión.

Evitar la corrupción

Al hilo de ello, hizo referencia a la "frecuente aparición de casos de corrupción", lo cual resulta "preocupante" y traslada a la sociedad "falta de credibilidad". Así, apostó por que estos organismos fiscalizadores, que deben apoyarse en modelos de auditoría, detecten posibles espacios de "impunidad" en los que pueda aparecer la corrupción para eliminarlos.

Las instituciones de control externo, reclamó, "deben involucrarse más en el papel de alerta que les corresponde". Así, defendió que la fiscalización "aparece entroncada en la división de poderes" democrática.