Juzgan de nuevo a los etarras de la T-4, esta vez por intentar atentar en Azca

  • Sarasola, Portu y Mikel San Sebastián vuelven a sentarse en el banquillo, esta vez junto a Igor Portu, por intentar atentar en Azca.
  • La acusación partió de la confesión de Mattin Sarasola.
  • Los tres etarras ya han sido condenados a 1.040 años de cárcel por el atentado de la Terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas.
Los miembros del "comando Elurra" de ETA Igor Portu, Mattin Sarasola, Mikel San Sebastian y Joseba Iturbide, durante el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Nacional.
Los miembros del "comando Elurra" de ETA Igor Portu, Mattin Sarasola, Mikel San Sebastian y Joseba Iturbide, durante el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Nacional.
J.J. Guillén / EFE
Los miembros del "comando Elurra" de ETA Igor Portu, Mattin Sarasola, Mikel San Sebastian y Joseba Iturbide, durante el juicio que se sigue contra ellos en la Audiencia Nacional.

Agentes de la Guardia Civil aseguraron este martes ante el tribunal de la Sección Primera de la Audiencia Nacional que juzga a los cuatro presuntos miembros del 'Comando Elurra' de ETA que la "primera noticia" de que estuvieran planeando un atentado en el complejo comercial de Azca, en Madrid, surgió de la declaración que prestó uno de los acusados, Mattin Sarasola, tras ser detenido junto a Igor Portu.

Además, también recordaron que fueron los interrogatorios a Sarasola los que permitieron "dilucidar" que Sarasola, Portu y Mikel San Sebastián eran los autores materiales del atentado cometido el 30 de diciembre de 2006 en la terminal 4 del aeropuerto de Madrid-Barajas, en el que murieron dos personas. El pasado viernes, la Sección Tercera de la Audiencia Nacional hizo pública la sentencia por la que condenó a estos tres presuntos etarras a 1.040 años de cárcel por estos hechos.

Sarasola, Portu y San Sebastián volvieron este martes a la Audiencia Nacional, junto al supuesto cuarto miembro del 'Comando Elurra' de ETA, Joseba Iturbide, para responder por su supuesta integración a ETA y sus intenciones de atentar en Azca en 2008, un acto terrorista que "no tuvo lugar porque fueron detenidos" los dos primeros el 6 de enero de 2008 en Mondragón (Guipúzcoa), según explicó en el juicio un guardia civil.

El fiscal atribuye a los cuatro los delitos de conspiración para la realización de estragos terroristas, pertenencia a ETA y tenencia y depósito de explosivos, por los que pide un total de 30 años de cárcel. Además, para Portu y Sarasola solicita otros tres años de cárcel por tenencia ilícita de armas terroristas, en relación con las pistolas que se les incautaron cuando fueron arrestados.

Los cuatro entraron esta mañana en la sala con gestos y sonrisas hacia el público, actitud que se repitió en el receso y al finalizar la sesión, cuando incluso intercambiaron algunas palabras con los familiares y amigos presentes en la sala, que después bajaron a los calabozos a visitarlos.

La expulsión de uno de los etarras

Este comportamiento fue reprendido en un momento de la vista oral por el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez. El juez llamó la atención a Joseba Iturbide, que se encontraba girado haciendo gestos con la cara hacia el público mientras el fiscal, Pedro Martínez, interrogaba a un agente de la Guardia Civil. "Si vuelve a hacer algún gesto le expulso de la Sala", le avisó el juez.

Dado que Iturbide continuaba mirando hacia atrás, Gómez Bermúdez le preguntó si le había escuchado. "Sí, sí", contestó el presunto etarra, a lo que el magistrado le respondió: "¿Sí, sí? Muy bien, expulsado. Ya se lo pueden llevar y cuando yo les diga lo vuelven a subir", cosa que ocurrió a los diez minutos.

Al inicio del juicio, los cuatro acusados se negaron a responder a las preguntas del fiscal y de la acusación popular, ejercida por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). "No acepto este tribunal y no voy a participar en este juicio", aseguraron Portu y Sarasola, en euskera. San Sebastián suscribió estas palabras y añadió los adjetivos de "fascista y torturador" al tribunal. "No quiero saber nada de torturadores como ustedes", fue la respuesta de Iturbide.

Durante toda la mañana, declararon casi una veintena de guardias civiles que participaron en las detenciones, los interrogatorios y los registros de los acusados. Como ya ocurriera en el juicio por el atentado de la T4, celebrado entre los días 3 y 6 de mayo, los agentes que arrestaron a Portu y Sarasola relataron que se encontraron con los acusados de manera casual y explicaron que la detención fue "violenta" por la "gran agresividad y resistencia" que ofrecieron los acusados.

El instructor de las diligencias tras las detenciones explicó que, al ser interrogado, Sarasola confesó su pertinencia a ETA y relató los distintos cometidos que había tenido en la banda, primero trasladando a miembros 'liberados' de la organización, luego material y finalmente recibiendo órdenes para cometer atentados. Admitió su participación en el atentado de la T4, desveló qué otras personas colaboraron y aseguró que tenían planeado cometer otra acción terrorista en el complejo comercial de Azca.

En lo que respecta a esta última actividad terrorista, el mando de la Guardia Civil explicó que pudo ser comprobada, ya que Sarasola dijo que habían alquilado un coche para realizar un itinerario de prueba a Madrid, en un viaje en el que incluso llegaron a estacionar el vehículo en un aparcamiento en Azca, entre dos edificios de BBVA y El Corte Inglés. Los agentes corroboraron que Portu alquiló un Kia Picanto en un establecimiento de Irún y después encontraron imágenes del coche en el aparcamiento citado.

Tanto este guardia civil como el resto que participó en las tomas de declaración a Sarasola, y que este martes comparecieron como testigos, aseguraron que la confesión del presunto etarra no fue dirigida, sino que se produjo "libremente", y coincidieron en afirmar que no había "conocimiento previo" sobre los planes de atentar en ese punto de Madrid.

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