El canal de Calanda-Alcañiz se proyectó con dos partes, si bien sólo se ha construido la primera, con una longitud de 26.290 metros, que van desde la presa del embalse de Calanda hasta el río Regallo, informó el Departamento de Agricultura y Alimentación de Aragón en un comunicado.

Esta primera fase, que afecta a los términos municipales de Alcañiz, Calanda y Castelserás, está situada al sureste de la zona y va desde el río Guadalope a su paso por Castelserás hasta las saladas de Alcañiz. Tiene una superficie de 2.000 hectáreas regables, que han sido ya transformadas en su mayor parte, y beneficia a 432 propietarios.

La segunda fase, que es la que se está realizando en estos momentos, "es la obra más importante de regadío en la provincia de Teruel", precisaron desde el citado Departamento. Se encuentra situada en la parte noroeste entre las Saladas, el río Regallo y la zona regable de Valmuel-Puigmoreno.

Esta segunda fase afecta a 2.480 hectáreas de regadío y beneficia a 160 propietarios. Los herbáceos como el maíz y los frutales, principalmente melocotón y olivos, que luego se comercializan como productos con Denominación de Origen, son los cultivos mayoritarios.

El consejero precisó que la inversión ha sido de 21 millones de euros, de los que el Gobierno de Aragón ha aportado 18,5 millones. Asimismo, subrayó el gasto que se ha destinado a medidas medioambientales, que en el caso de esta actuación, han supuesto el 15 por ciento del total.

Arguilé resaltó la "importancia" de esta obra y el valor del regadío para la agricultura en Aragón, debido su geografía y clima. "En una Comunidad como ésta, sólo se puede hacer agricultura de regadío, por la dificultad que tiene la de secano", apuntó. Agregó que el 80 por ciento de la producción agrícola aragonesa está basada en el regadío, del que hay 460.000 hectáreas.