Los profesores que impartan la asignatura de religión en Castilla-La Mancha, deberán estar en posesión de la Declaración Eclesiástica de Capacidad Académica (DECA) expedida por la Conferencia Episcopal Española, y la Declaración Eclesiástica de Idoneidad (DEI) y Missio Canónica, expedidas por la Diócesis correspondiente.

Así lo recoge el convenio que el presidente de Castilla-La Mancha, José María Barreda, y el arzobispo de Toledo, Braulio Rodríguez firmaron hoy en Toledo, en materia de enseñanza de la religión católica y su profesorado, seminarios menores diocesanos y de religiosos y colegios católicos, en los niveles educativos no universitarios.

Tal y como explicaron tanto Barreda como Rodríguez, la renovación de este acuerdo viene a actualizar el firmado ya en 2001 entre el Gobierno regional y el Arzobispado, adaptando su contenido a la Ley Organizada de Educación (LOE), que entró en vigor en 2006. En el presente curso en Castilla-La Mancha hay 840 profesores de religión Católica, y 228.000 alumnos de la misma doctrina.

Es la parte relativa al profesorado, el convenio incluye alguna novedad respecto al del 2001, pues acogiéndose al acuerdo dentro el Estado español y la Santa Sede, los profesores han de ser considerados competentes para dicha enseñanza por el ordinario y propuestas por el mismo para cada año académico o curso escolar.

Contempla también que el profesorado quedará vinculado al Gobierno de Castilla-La Mancha mediante la formalización del correspondiente contrato laboral, por tiempo indefinido, y sus retribuciones, serán similares a las que correspondan en el respectivo nivel educativo a los profesores interinos.

Actividades complementarias

El acuerdo suscrito hoy entre el arzobispo toledano y jefe del Ejecutivo regional reconoce a la vez que los centros podrán organizar y desarrollar actividades académicas complementarias de enseñanza de la religión Católica, así como que con carácter extraordinario, y con la aprobación del Consejo Escolar, podrán celebrarse otras actividades complementarias de naturaleza religiosa siempre que no interfieran en el desarrollo de las actividades generales del centro.

Asimismo, la enseñanza de la religión Católica estará sujeta a la intervención de la Inspección de Educación, como el resto de materias, sin perjuicio de las competencias que a la Iglesia Católica le corresponden en virtud del Acuerdo Internacional Estado Español-Santa Sede.

Libros de texto

Otro de los apartados del acuerdo rubricado hoy hace alusión a los libros de texto y material didáctico. Los libros de texto y demás materiales curriculares de la enseñanza religiosa Católica, deberán reflejar y fomentar el respeto a los principios, valores, libertades, derechos y deberes constitucionales, así como a los principios y valores recogidos en la Ley Orgánica de Educación y en la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género, a los que se ha de ajustar toda la actividad educativa, y estarán sometidos al proceso de supervisión e inspección ordinaria conforme establece la Ley Orgánica de Educación. La supervisión y aprobación de los mismos corresponden a la autoridad eclesiástica competente.

El documento recoge asimismo que el Gobierno regional aplicará en Seminarios menores diocesanos y de religiosos, y otros centros católicos la normativa que regule los requisitos mínimos de los centros que imparten las enseñanzas escolares de régimen general. En dichos centros se aplicará lo previsto en la normativa vigente sobre adaptación del currículo y el horario de la ESO y el Bachillerato al carácter propio de los mismos.

Los Seminarios Menores expresarán la condición de tales en su ideario y la harán pública en el proceso de admisión del alumnado. El acceso al sistema de becas para el alumnado de los Seminarios Menores se ajustará a las mismas condiciones y derechos que determine la convocatoria general para el resto del alumnado. Las ayudas de residencia convocadas por el Ministerio de Educación y gestionadas por la Consejería de Educación y Ciencia se tramitarán sin tener en cuenta la proximidad del centro al domicilio familiar, basándose en el nivel de cumplimiento de los requisitos económicos.

Lo suscrito hoy contempla también que los Centros Católicos Diocesanos, de Religiosos y Laicos homologados como católicos según lo dispuesto en el Código de Derecho Canónico podrán acogerse tanto al régimen de conciertos cuanto al de becas y subvenciones, de acuerdo con lo dispuesto en la legislación vigente en cada momento.

Libre para padres y alumnos

El arzobispo toledano, que admitió el retraso en la firma de este convenio, aseguró que con él "se intenta que tanto la clase de religión que es obligatoria para los centros, pero libre para los padres y alumnos, esté perfectamente enmarcada en la legalidad vigente, y podamos en la libertad que nos da el Estado de Derecho desplegar esa realidad que a nosotros nos parece importante y que está en el ámbito de la escuela".

Rodríguez, que mostró su satisfacción por el hecho de que la relación con el Gobierno transcurra con normalidad, indicó que "hay opiniones para todos los gustos, pero agradezco al presidente y a la consejera la firma de este convenio".

Por su parte el presidente regional, que resaltó la buena colaboración mantenida entre su Gobierno y la Iglesia católica, relación que calificó de "correcta, fluida y eficaz" quiso aprovechar para "decir claramente que el Gobierno de Castilla-La mancha valora, respeta y reconoce la labor efectuada por la Iglesia Católica, en la enseñanza y en otros tanto campos y actividades".

Según Barreda, "no se puede comprender la propia realidad europea y la español, sin la existencia de la Iglesia Católica, el papel que ha cumplido y que cumple es digno de ese respecto y reconocimiento que quiero hacer como presidente de Castilla-La Mancha, porque como tal no puedo olvidar que gobierno para todos y cada uno de los ciudadanos, y además la inmensa mayoría de los castellano-manchegos son católicos, por eso gobierno para todos", aseguró.