Según informó CC.OO. en un comunicado, la acción de este sindicato ha logrado este reconocimiento después de que, durante años, el operario estuviera expuesto a niveles elevados de sílice cristalina, "el cancerígeno más extendido en el ámbito laboral, especialmente en las fundiciones férricas".

Además, consideró "inhumano" el trato dado al mencionado trabajador porque, una vez detectada la enfermedad con carácter leve, "no fue inmediatamente apartado del ambiente de polvo de sílice, hasta que la enfermedad se agravó y derivó en una incapacidad permanente y una calidad de vida deteriorada".

En este sentido, explicó que la silicosis es una enfermedad pulmonar de carácter irreversible que causa dificultad crónica para respirar y que está provocada por la inhalación de sílice cristalina, el cancerígeno con mayor número de trabajadores expuestos. Es una dolencia de origen profesional "muy extendida" entre los trabajadores de la fundición, junto con el EPOC y la bronquitis.

CC.OO. también señaló que el año pasado se registraron 203 casos de silicosis en el conjunto del Estado, lo que supuso "un importante crecimiento, que ha sido particularmente pronunciado en Euskadi".

Además, destacó que el 20 por ciento de los casos de silicosis en la Comunidad Autónoma del País Vasco se produjeron en la industria, lo que "desmiente que se trate de una enfermedad propia de la minería y que esté a punto de desaparecer".

A juicio de CCOO, "resulta preocupante que en la mayoría de las fundiciones, especialmente en pequeñas empresas férricas, los Servicios de Prevención ignoran la prevención de los riesgos higiénicos, haciendo la vista gorda al ambiente pulvígeno existente".

"CC.OO. sospecha que la mayoría de estas enfermedades son tratadas o derivadas a incapacidad permanente como enfermedad común, con claro perjuicio de las prestaciones económicas al enfermo y obstaculizan la mejora preventiva frente a los riesgos higiénicos", agregó.