El disidente cubano Guillermo Fariñas, en huelga de hambre y sed desde hace 16 días, fue hospitalizado este jueves tras sufrir un nuevo desmayo, una semana después de haber sido llevado al hospital por primera vez en estado inconsciente y deshidratado.

No obstante, horas después recuperó la consciencia y se encuentra en cuidados intensivos, donde se le alimenta con sueros y azúcares por vía intravenosa. El empeoramiento de su salud se ha producido el mismo día que el Parlamento Europeo condenó al régimen de la isla.

Su médico personal, el opositor Ismel Iglesias, dijo que Fariñas ya recuperó la consciencia y por el momento su vida no corre peligro.

Fariñas perdió el conocimiento en su casa de Santa Clara, ciudad del centro de la isla, y fue trasladado al hospital provincial Arnaldo Milian Castro por familiares y periodistas que se encontraban visitándolo.

Iglesias explicó que el disidente amaneció "totalmente deteriorado", con presión baja, taquicardias y síntomas visibles de deshidratación. Poco antes del desmayo, el director de un policlínico del sistema de Salud pública lo visitó con otros médicos y le pidió que lo acompañara en una ambulancia a una institución médica para hacerle un chequeo profesional, dado su deterioro.

El psicólogo y periodista de 48 años agradeció la "profesionalidad y humanidad" con que los médicos lo trataron, pero insistió en que le tomaran las muestras en su casa de Santa Clara, situada a 280 kilómetros al este de La Habana. Fariñas reiteró entonces que no abandonaría la huelga ni aceptaría ser hospitalizado mientras estuviera consciente.

Los médicos, que finalmente aceptaron su negativa y le tomaron muestras de orina en la casa, no estaban presentes cuando poco después el disidente sufrió el colapso.

23 huelgas de hambre desde 1995

Fariñas ha estado en la cárcel más de 11 años en las últimas décadas y ha hecho 23 huelgas de hambre desde 1995, una de seis meses en 2006, con intervalos en un hospital donde fue alimentado por vía intravenosa.

Varios presos políticos cubanos, entre los que se encontraba Fariñas, iniciaron una huelga de hambre tras la muerte de Orlando Zapata, ocurrida el pasado 23 de febrero, para pedir la liberación de los presos políticos.

Fariñas dijo este lunes que el Gobierno de Cuba pidió a España que le acoja, según le transmitió a él un diplomático español. El disidente respondió que sería mejor liberar a 26 presos políticos enfermos en la isla, que no abandonará su protesta mientras sigan encarcelados y no se plantea ir a España, opción que sólo aceptaría si le niegan la atención en los hospitales cubanos cuando sufra un colapso.