Las 26 víctimas del terrorismo asesinadas en Irun (Gipuzkoa) reciben el homenaje del Ayuntamiento

Familiares víctimas de ETA denuncian que en los últimos 25 años éstas han sido "las grandes olvidadas" pero la sociedad "está cambiando"

Las 26 víctimas del terrorismo asesinadas en la localidad guipuzcoana de Irun recibieron hoy, con motivo de la celebración del Día Europeo de las Víctimas del Terrorismo, el homenaje y reconocimiento del Ayuntamiento de este municipio.

En el acto, que consistió en una ofrenda floral junto al monolito del irundarra parque Árbol de Gernika, su alcalde, José Antonio Santano, recordó que "hay que posicionarse, sin fisuras, desde todos los estamentos sociales" frente a ETA y "el entorno que la justifica", y destacó que hacer que la violencia terrorista desaparezca es "una obligación".

En este homenaje, que comenzó a las 12.30 horas en el citado parque donde lucían 26 banderolas blancas, al estilo de las banderas tibetanas, con lemas como 'Queremos que hoy el viento expanda vuestro recuerdo' o 'Demos una oportunidad a la paz', asistieron un centenar de personas entre las que se encontraban, además de Santano, otras autoridades como el Diputado General de Gipuzkoa, Markel Olano, la presidenta de las Juntas de Gipuzkoa, Rafaela Romero, la directora de la Oficina de Atención a Víctimas del Gobierno vasco, Maixabel Lasa, y el subdelegado del Gobierno central en Gipuzkoa, Francisco Jordán de Urries.

También acudieron a este acto miembros de la Corporación municipal irundarra, junteros del PP en Gipuzkoa como Iñigo Manrique o Juan Carlos Cano, y familiares de víctimas como Angela Rodríguez, hija del extremeño Angel Rodríguez propietario de un taller mecánico asesinado por ETA en Irun el 3 de mayo de 1984, o Gemma Hernández, hija de Alejandro Hernandez, natural de Cáceres y conserje de la irundarra Escuela Profesional Administrativa de Comercio Exterior asesinado por la banda terrorista el 30 de noviembre de 1978.

Después de que los presentes guardaran cinco minutos de silencio, Santano destacó que la sociedad vasca "ha evolucionado mucho y, afortunadamente, se han dejado atrás años de plomo y de silencio", pero, no obstante, "todavía queda mucho por hacer" en lo que a las víctimas respecta.

"Hemos avanzado y queremos seguir haciéndolo, pero no sobre el olvido porque el olvido no resuelve problemas, porque todavía hay muchas cosas que deben ser dichas y deben de ser oídas", señaló.

El alcalde irundarra recordó que, aún hoy, "hay una organización armada, ETA, y un entorno que la justifica, realidades frente a las que hay que posicionarse, sin fisuras, desde todos los estamentos sociales".

"Hacer frente a la violencia terrorista hasta que desaparezca es una obligación que tenemos con las futuras generaciones, con nosotros mismos y con aquellos a los que se les arrebató la vida injustamente", añadió.

"grandes olvidadas"

En declaraciones a los medios, Angela Rodríguez calificó de "muy emotivo" este homenaje y se felicitó de que, en los últimos años, el Ayuntamiento ha adoptado "medidas más hacia las víctimas, sobre todo con las primeras" como su padre, que "han sido las grandes olvidadas durante los últimos 25 años" y cuyas familias han tenido "muy pocos apoyos".

Tras señalar que aún hoy se pregunta por qué mataron a su padre, recordó como su madre viuda, con tres hijos, tuvo que cerrar el taller mecánico en el que trabajaba su marido, que ahora 25 años después sus hijos también mecánicos van a volver a abrir, pero, "en lugar de marcharse de Euskadi, fue valiente y decidió quedarse".

"Mi madre tuvo muchísima valentía, como otras viudas, porque a pesar de que no tenía apoyo de ningún tipo, con unas condiciones económicas muy tristes, una pensión de 20.000 pesetas no como las de ahora, decidió decir aquí estoy y yo no he hecho nada", explicó.

Según señaló, "ahora se le ve feliz cuando viene a estos actos, a pesar del trago que pasa, porque le queda el reconocimiento, se está reconocimiento que lo que ocurrió no era culpa de mi padre, ni de ninguna víctima como nos recordaban en aquel momento".

"Las víctimas hace 25 años eran las culpables de todo lo que pasaba y los políticos justo acudían a los actos de los funerales", denunció. En este sentido, se felicitó de que ahora "la sociedad cada vez se involucra más y apoya más a las víctimas". "Toda la gente del país vasco está cambiando muchísimo y veo que hay luz al final", concluyó.

Por su parte, Gemma Hernández recordó como su padre fue asesinado, "por sus ideas políticas" y cómo su madre viuda a los 37 años y con ocho hijos tuvo que seguir adelante "sin ayuda de nadie". "Las víctimas del terrorismo han estado demasiado olvidadas", censuró. Finalmente, se felicitó de que, "hoy en día, todo ha cambiado, se dan ayudas y se puede vivir mejor que entonces".

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