Chaves condena la muerte del disidente cubano y Zapatero evita referirse al tema

  • Chaves y De la Vega han condenado duramente la muerte del disidente cubano Orlando Zapata que estaba en huelga de hambre.
  • Sin embargo, el presidente del Gobierno ha sido más tibio y sin referirse a Cuba sólo instó a los gobiernos a respetar la vida de sus ciudadanos.
El presidente del Gobierno, durante su intervención en la sesión inaugural del IV Congreso mundial contra la pena de Muerte.
El presidente del Gobierno, durante su intervención en la sesión inaugural del IV Congreso mundial contra la pena de Muerte.
MARTIAL TREZZINI / EFE
El presidente del Gobierno, durante su intervención en la sesión inaugural del IV Congreso mundial contra la pena de Muerte.

El vicepresidente tercero del Gobierno, Manuel Chaves, ha asegurado este miércoles que el Ejecutivo nacional "deplora profundamente" la muerte de Orlando Zapata y "lamenta" que la situación de los derechos humanos en Cuba haya conducido a "este desenlace tan lamentable".

Este hecho "indica efectivamente que hay un déficit en la política de derechos humanos" de dicho país, ha afirmado Chaves a preguntas de los periodistas en una rueda de prensa en Toledo. El también ministro de Política Territorial ha señalado que el Gobierno de España "ha estado preocupado siempre por la situación de los derechos humanos".

Y, en este sentido, ha recordado que precisamente el 18 de febrero el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero ya expresó "su gran preocupación" por la salud de Orlando Zapata en el mecanismo de diálogo que ya está establecido sobre derechos humanos entre España y Cuba.

Sin embargo, jefe del Ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, vio posible lograr una moratoria universal de la pena de muerte en 2015 y, sin citar a Cuba, pero en referencia al régimen castrista, instó a los estados a respetar "hasta el último instante la vida de todos y cada uno de sus ciudadanos".

"Nadie tiene derecho a arrebatar la vida de otro ser humano, absolutamente nadie", subrayó Zapatero en la sesión inaugural del IV Congreso mundial contra la pena de Muerte, que comenzó en Ginebra tras conocerse la noticia de la muerte del disidente cubano Orlando Zapata después de 85 días en huelga de hambre.

En su discurso, bajo la gran cúpula de Miquel Barceló que decora la Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones, no estaba prevista ninguna referencia a Cuba, pero Zapatero incluyó un párrafo final que fuentes de la delegación española vincularon a la muerte del disidente cubano.

La vicepresidenta primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega se refirió más directamente al tema al afirmar que España y la Unión Europea están trabajando para que en Cuba haya una "plena transición" a la democracia protagonizada por el pueblo cubano y "cuanto antes". En unas declaraciones sobre la muerte del disidente cubano, la vicepresidenta expresó que "el Gobierno de España lamenta este trágico desenlace".

Solidaridad desde el Congreso

Por otra parte, la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso ha aprobado por unanimidad una declaración en la que se expresa la "honda preocupación" por la situación de los presos de conciencia en Cuba y su liberación.

El texto, leído por el presidente de la comisión, Josep Antoni Duran i Lleida (CiU), condena "las limitaciones de las libertades políticas y la falta de protección de los derechos humanos en cualquier parte del mundo".

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