Así, en lo que va de año, la Casa de Acogida se convirtió en la vivienda habitual de 26 mujeres, siete de ellas inmigrantes.
Pero a medida que sube el número de extranjeras, baja el de los menores, especialmente entre esta población: en 2004 el piso municipal atendió a 13 hijos de madres inmigrantes; este año, hasta el momento, pasaron tres.
«Hay muchas mujeres que no se traen a los niños con ellas, que quedan en el país de origen», señala Leticia Balado, trabajadora social de la Casa de Acogida.
Esto explica el destacado descenso de menores en la Casa de Acogida, que disminuye año tras año.
Cada vez más hombres
Pero el descenso también se puede aplicar, en líneas generales, a las usuarias que acuden al centro: en los últimos dos años el número de mujeres que pidió cobijo se redujo a la mitad.
Esta situación responde, según Balado, a la Ley Integral Contra la Violencia de Género.
La celebración de juicios en un plazo de 72 horas y el hecho de que las órdenes de protección lleven aparejadas la adjudicación de la vivienda familiar a la mujer evita el paso por la Casa de Acogida.
De hecho, Balado señala que la mayoría de las usuarias actuales, o no cuentan con una orden de protección o tienen demasiado miedo como para permanecer en la vivienda familiar. A esta agilización de la Justicia se añade también el servicio de alquiler de la Xunta, que facilita pisos a rentas más bajas que las de mercado, lo que reduce el tiempo de estancia en el centro público.
Comentarios
Hemos bloqueado los comentarios de este contenido. Sólo se mostrarán los mensajes moderados hasta ahora, pero no se podrán redactar nuevos comentarios.
Consulta los casos en los que 20minutos.es restringirá la posibilidad de dejar comentarios