Maragall aprovechó la reunión del Consell Executiu para reiterar su intención de dar un impulso al gobierno aunque se refirió a la confianza entre presidente y consellers para continuar trabajando con normalidad hasta que los cambios se lleven a cabo.

Tras la reunión, que duró unos tres cuartos de hora, los consellers se dirigieron a cuenta gotas al Parlament, donde el portavoz del gobierno, Joaquim Nadal, auguraba ante los periodistas que quedan por pasar "grandes cosas" y comentaba el tono, al parecer, distendido de la cena que Maragall protagonizó anoche en el Palau de Pedralbes con los nueve consellers socialistas y sus colaboradores más cercanos.

Los consellers 'nominados'

Mientras las cámaras de televisión y los fotógrafos perseguían por los pasillos del Parlament a los consellers 'nominados', el líder de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, reunía a sus consellers en las dependencias de los republicanos en la Cámara con la intención de maniferles el apoyo del partido.

También el grupo parlamentario del PSC se reunió en una de las salas del Parlament sin presencia de miembros del Gobierno.

Maragall llegó al Parlament sobre las 11.20 horas perseguido por periodistas al igual que los consellers que aparecen en las quinielas de posibles candidatos a abandonar el Ejecutivo.

Algunos de ellos, como el conseller de Trabajo e Industria, Josep Maria Rañé, se manifestaba optimista y recordó que "estamos igual que ayer y que antes de ayer", ya que "los cambios no pasan de especulaciones hasta que se publican en el Diari Oficial de la Generalitat de Catalunya".

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