Entre el 50% y el 80% de los escolares de más de 15 años hicieron ayer pirola con la excusa de los festejos, según pudo comprobar 20 minutos tras contactar con una docena de institutos. Los últimos cursos de la ESO y de bachillerato fueron los que más sufrieron las faltas de asistencia, con aulas que en determinados centros no superaron los seis alumnos (de un total de 30).

 

El cansancio producido por las fiestas (el concierto que dio Amaral el miércoles terminó de madrugada) y la participación en la ofrenda de frutos fueron las justificaciones más habituales.
Sin embargo, la mayoría de las faltas pasaron a engrosar los partes no justificados. «Es algo que ya nos esperábamos, pero este año la incidencia ha sido mayor», explica el responsable del instituto Ramón y Cajal.

 

Los directores esperan que la falta de asistencia se agrave aún más hoy, ya que muchos alumnos decidirán quedarse en casa (incluso con el consentimiento paterno) ante la elevada tasa de absentismo registrada ayer.

 

 

Los colegios de infantil y primaria también echaron en falta a un mayor número de alumnos que lo habitual, aunque en mucha menor medida.

 

Los centros que más sufrieron las faltas de asistencia las cifraron en un 10% del total, con aulas en las que faltaban de dos a cinco alumnos. Las mayores incidencias se registraron en los cursos de infantil. Sin embargo, en la mayoría de los colegios estas faltas no supusieron ningún retraso en el avance de contenidos de las clases.

 

 

El goteo de pirolas fue constante desde primera hora y se fue haciendo más habitual a media mañana. Muchos de los estudiantes que sí acudieron a clase decidieron dejar el instituto aprovechando los recreos. Los directores consultados explicaron que la asistencia hubiera sido mayor si el puente del Pilar se hubiera trasladado a jueves y viernes, en lugar de situarse a principios de semana. El calendario escolar se negocia entre sindicatos, APA y DGA antes de que empiece cada curso.