Bernarda Jiménez Peña, conocida artísticamente como la cantaora Bernarda de Utrera, ha fallecido este miércoles por la tarde a los 82 años en su casa de Utrera, tras padecer numerosos problemas de salud que durante los últimos años la tuvieron prácticamente recluida en su vivienda.

La cantaora, que formó una pareja artística inseparable con su hermana Fernanda -fallecida en 2006-, había sufrido en los últimos días un empeoramiento en su salud, por lo que sus familiares se temían el triste desenlace.

El Ayuntamiento de la ciudad ha expresado su dolor por la pérdida de una de las artistas flamencas más importantes que ha dado esta localidad sevillana y se ha puesto a disposición de sus familiares para lo que necesiten en estos duros momentos. Además, les han ofrecido la Casa consistorial para que puedan instalar en ella la capilla ardiente y ha decretado tres días de luto oficial

Bernarda Jiménez Peña, nieta de El Pinini, nació en 1927 en Utrera y, tras una etapa cantando sólo en reuniones y fiestas íntimas, comenzó junto a su hermana Fernanda a actuar en festivales sevillanos en 1955. Dos años después se incorporaron al tablao Zambra de Madrid y seguidamente a El Corral de la Morería, tras lo cual recibieron el premio del concurso nacional de arte flamenco de Córdoba en 1957.

Después de pasar por el tablao madrileño de Las Brujas y por la Feria Mundial de Nueva York, las hermanas recorrieron Europa y África con el espectáculo de Manuela Vargas. En 2002 actuó en la XII Bienal de Flamenco de Sevilla en el espectáculo Poderío celebrado en el Real Alcázar, junto con La Paquera de Jerez y otras artistas, y dedicó su actuación a su hermana Fernanda, que ya estaba "muy mala".