Tamara Falcó: "Estoy segura de que Jesucristo está haciendo su trabajo con Íñigo y conmigo, porque el matrimonio es complicado"

Tamara Falcó: "Estoy segura de que Jesucristo está haciendo su trabajo con Íñigo y conmigo, porque el matrimonio es complicado"
Tamara Falcó: "Estoy segura de que Jesucristo está haciendo su trabajo con Íñigo y conmigo, porque el matrimonio es complicado"
Tamara Falcó: "Estoy segura de que Jesucristo está haciendo su trabajo con Íñigo y conmigo, porque el matrimonio es complicado"
Tamara Falcó: "Estoy segura de que Jesucristo está haciendo su trabajo con Íñigo y conmigo, porque el matrimonio es complicado"
Wochit

Tamara Falcó (42 años) protagoniza el último número del suplemento Yo dona, en el que además de fotografiarse con un coche que patrocina el reportaje, habla de su vida de una manera profunda y sin filtros. Vestida con las tendencias de la próxima temporada, la marquesa de Griñón se explaya sobre su matrimonio con Íñigo Onieva y en relación con los mejores y peores momentos de su vida.

Sobre su boda con Onieva, en julio del año pasado tras una crisis muy seria por una infidelidad de él, Tamara afirma. "Creo que el sacramento es muy importante. De hecho, hay estudios que confirman que la gente que se casa, bien porque cree en el matrimonio o bien por tradición, dura más. Estoy segura de que Jesucristo también está haciendo su trabajo con nosotros, porque el matrimonio es complicado. Es un papel, sí, pero no es un papel. Es mucho más. Implica un compromiso y una visión a largo plazo. Un marido no se puede descambiar tan fácilmente como en un noviazgo". 

Para salir airoso de esta unión, según Tamara "hay que ejercitar la paciencia, el cariño, la empatía... y no hay espacio para el orgullo". Esta sentencia lleva a inevitablemente a recordar que su vida con Onieva estuvo a punto de irse al traste cuando se supo públicamente, mediante una foto en las redes sociales, que su prometido la había engañado con otra mujer. 

"El perdón es un don. Hubo tanto daño ahí que necesité tiempo para sanar esa herida. Íñigo también hizo un ejercicio con todo su amor y su paciencia... Pero sobre todo me ayudaron Jesús y la Virgen, porque yo no habría podido hacerlo sola. Y tras ese proceso, ahora todo está siendo muy bonito. A veces pienso: '¿Dónde estaría yo ahora si no le hubiese perdonado?'. Tendría una cuenta pendiente, una rabia interior, una herida...".

Pasado casi un año de su boda (8 de julio de 2023), la pareja está centrada en tender descendencia. Tamara admite que está siguiendo un tratamiento de fertilidad basado en técnicas naturales. "Tal vez en otro momento de mi vida, si no hubiera tenido las cosas tan claras como ahora, me habría frustrado. Íñigo y yo lo estamos intentando y es un proceso que vivimos conjunto, donde uno tira del otro. Si Dios quiere, llegará, y si no... le doy igualmente las gracias por este tiempo que hemos tenido juntos. Además, tengo unos sobrinos que son mi alegría".

Tamara asume el papel social que le ha tocado jugar, desde que siendo una niña salía en una revista continuamente. La gente cree conocerla por eso. "A veces se me acercan y me dicen: "¡Cómo has crecido!". Y después, mi participación (y triunfo) en MasterChef también ayudó mucho. Ya no era solo verme en una imagen, en un photocall o en redes sociales. Las grabaciones eran tan largas, tan exhaustivas, que muchos prejuicios que tenían sobre mí, pues...".

Tamara Falcó e Íñigo Onieva.
Tamara Falcó e Íñigo Onieva en la inauguración del restaurante de él.
Europa Press via Getty Images

No le afecta que la llamen 'pija'. "Para nada. No, no me molesta. Lo tengo bastante asumido. Y no creo que haya nada malo en ello". Ni tampoco que hablen de ella: "Antes todo me afectaba mucho. Pero una vez leí que Sarkozy nunca veía nada de lo que se escribía sobre él. Y pensé: "Si el presidente de Francia se puede permitir no leer nada, yo también". Y me funciona. Mi círculo íntimo ya sabe que no me puede comentar nada de lo que se diga, porque todo eso es ruido en mi cabeza y me desequilibra".

Entre sus mayores temores está en el futuro: "Uno de mis mayores miedos es que las cosas cambien. El día que mi madre no esté, que le pueda pasar algo a un sobrino... Pero luego me doy cuenta de que no me puedo preocupar por todo, así que eso lo dejo para la Tamara del futuro y me centro en el presente".

De los peores recuerdos de su vida están "las ausencias de mi infancia. Éramos cinco hermanos y cada uno voló a un sitio, la separación de mis padres cuando yo era pequeñísima... Fue complicado. Por una cosa u otra, mi vida nunca ha sido normal".

Entre los mejores, los veranos en el sur. "Las tardes con mi familia en la piscina de Marbella. Unos leían, otros nos bañábamos...", evoca en la entrevista.

Tamara se define como una persona sociable, aunque al principio le cuesta. Dice que sus hermanos más tímidos con Ana (Boyer, casada con el tenista Fernando Verdasco) y Enrique (Iglesias, quien no acudió a su boda por no verse sometido al escaparate público).

Tamara Falcó e Isabel Preysler, en una imagen de archivo.
Tamara Falcó e Isabel Preysler, en una imagen de archivo.
EP

Entre sus virtudes, dice que intenta ser paciente, "pero no siempre lo consigo". Y entre los defectos, "la impuntualidad es uno de ellos... Y el orgullo. Tengo un tremendo sentido de la justicia, y cuando me enfado. Intento ser paciente. Pero no siempre lo consigo". Pero "yo no practico el odio y todas esas cosas, porque creo que te acaba corroyendo. Pero cuando creo que tengo razón, la otra persona lo tiene que entender, y no voy a parar hasta que así sea".

20minutos.es líder en los diarios más leídos en internet. Consulta las últimas noticias en el diario gratuito de referencia en España.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento