La tarjeta única para acceder a los servicios municipales, desde el autobús urbano hasta las bicicletas de alquiler o las piscinas, empezará a funcionar a principios del próximo año, como ya adelantó 20 minutos el pasado 22 de julio.

La nueva tarjeta, que tendrá un tamaño similar a la que actualmente se usa para el transporte público, será personal e intransferible (se pretende que vaya con una fotografía y que se tenga que recoger en persona después de solicitarla) y va dirigida a los ciudadanos que estén empadronados en Zaragoza.

Incluirá un sistema de monedero electrónico (que se podrá recargar en cajeros o asociar a una cuenta bancaria) para poder pagar el bus urbano, el servicio de alquiler de bicicletas Bizi, las piscinas, los servicios de bibliotecas, museos, etc.

El proyecto, del que se encargará la unión temporal de empresas Web Dreams-Zaragoza Card, costará inicialmente 141.000 euros. Con este dinero se pondrá en marcha el servicio a modo de pruebas durante los primeros meses del próximo año, para luego implantarse ya de forma global en toda la ciudad, según confirmó ayer el propio Ayuntamiento de Zaragoza.

El objetivo es tener terminado el primer estudio para su implantación en un mes. Para facilitar su uso y preservar la seguridad de los usuarios, se prevé que pueda funcionar con una contraseña para que cada vecino que la solicite pueda gestionarla de forma personal a través de Internet. La puesta en funcionamiento de la nueva tarjeta ciudadana no conllevará la eliminación del resto de tarjetas que ya existen, como la del bus, que podrán seguir usándose.